Español (ES)
Usuario anónimo
Iniciar sesión | Regístrate gratis
Animal Crossing: Wild World
Animal Crossing: Wild World
Foro del juego
  • Trucos y Guías

Responder / Comentar
Foro Animal Crossing: Wild World

Historias de terror de Animal Crossing Wild World

LordZelda48Hace 13 años144
Vale esta es un poco menos zombie

Un dia en Firecity mi ciudad de acww estaba yo Dani mi per.ACWW
por la noche en mi casa mansion me iba a dormir en mi trono cuando 
de repente llamaron a la puerta
era minina que queria ser mi amiga es que yo estaba enfadado con
ella y ella conmigo 
yo le dije que si 

Y a la mañana siguiente fuimo por la noche a buscar bicho
yo encontre una cosa estraña al lado del porton era una cajita con una especie de pez
me lo quede para casita y se lo enseñe a toom nook el dijo que 
nunca habia visto eso y que no sabe cuanto vale pero entonces
la criatura habia crecidoooo unos pocos cm
yo la traje corriendo a mi casa me fui a la sala del fondo en una sala secreta y lo deje alli
me fui a dormir y aaaaaaaaaa el bichito ya no es un bicho era una especie de tarantula escorpion
yo me escondi el monstruo llamado por mi tarancorpion entonces fue y mato a todos los abitantes
menos a minina y a nook y a tortimer
entonces yo sospeche pero coji un hacha de oro la pala de oro y los demas objetos de oro fui a por los tres y entonces
el tarancorpion nos persiguio fuimos al abujero de rese t ado pero el ya se fue hace poco
y nosotros pensamos un plan entonces rese t ado tenia una escopeta para matar cosas 
la cojimos y entonces subimos el tarancorpion  estaba con la boca abierta siempre le dispare 
en la boca murio entonces toom noook y tortimer fueron los responsables escondieron a lo habitantes
y nosotros mtmos a toom nook y a tortimer
liberamos a los demas nos quedamos con el ayu y con la tienda y

construimos mansiones a todos los habitantes yyy


                                                                     THE END
Liim-C2Hace 13 años145
[b]Ayer, exactamente, a las 12 de la mañana fui a visitar la casa nueva que había en el pueblo. No había nadie, y yo disgustada. Cuando por fin la vecina nueva y yo nos vimos, fui corriendo a presentarme, pero por más que tocaba a la chica no podía hablar. Ésa noche se lo quise contar a mi amiga Rita, pero tampoco me hacía caso. Probé con Parches, pero nada. Así acabé intentando hablar con todo el mundo, pero no podía decirles nada. ¡Incluso Tom Nook! Pensé que eso había sido a causa de la nueva, así que cogí mi red y con todas mis fuerzas le arreé. Entonces se giró, y me empezó a empujar. Ella me dijo: 
-Oye, nadie habla contigo porque ya nadie te quiere. Desde que he venido soy la más popular. Así que márchate !!!
Entonces eso me hirió y cogí el hacha, talé un árbol y se lo tiré. Una fuerza inmensa me absorbía hacia el río, pero yo no podía hacer nada al respecto. Grité con todas mis fuerzas y pataleé, me enfadé más que nunca y me debatía furiosa. Entonces todos los vecinos del pueblo vinieron a ayudarme.
- ¡¡¡DEJA EN PAZ A NATI!!!
- ¡¡¡A POR ELLA!!!
me alegré que todo lo que había dicho la nueva no era verdad. Pero entonces descubrí que ella se transformaba en un bicho enorme, como un kraken (pulpo gigante) y lanzaba sus tentáculos contra nosotros y nos aporreaba a bofetadas.
Dentina cogió un hacha y empezó a talar los tentáculos de ésa criatura espantosa y todos hicieron lo mismo. El kraken se hizo diminuto hasta desaparecer y lo último que dijo fue:

[i]"Soy tu primo..."[/i] Me quedé a cuadros y sin saber que hacer me desmayé...
CONTINUARÁ [/b]
1 VOTO
MirariMerinoLobo-12Hace 13 años146
Hola kieres benir a mi pueblo aora?
@Angela572
Mostrar cita
Esto es mentira: un dia vas y pones cincomil bayas en en banco y al dia siguiente vas y te dicen que se los llevo tom nook luegom tu pones otras cinco mil bayas y al dia siguiente te dicen que se las robo tortimer y tu muy enfadado matas a los dos y entonces en vez de salir sangre salen bayas y tu muy contento abres la bolsa para ver cuanto dinero hay y en el momento en que a abres sale tortimer y tom nook y son maqs fuertes que antes y tu sales corriendo en un av nave que te presto gulliver y y eellos te persiguen y se acaban ahogando en el mar y el resto es historia esto se me ocurrio hace un rato y soy nueva ya se me ocurriran mas cosas de terror diver
Dessi10676Hace 13 años147
@LordZelda
Mostrar cita
Yo aporto una inventada e Un dia en mi casa sono la puerta era de noche y no me imagino que era ,era Rita me dijo nque todos eran zombies coji mi escopeta y dije -a matar zombies se a dicho los zombies eran poderosos les corte la cabeza le salieron sagre por los sesos pero lo peor esta por llegar despues de ganar la loteria de 1 millon de ballas y meterlas en ekl banco va toom nook y me las roba yo voy a su casa no entonces le disparo en la cabeza se convierte en zombie y luego vienen los demas zombies estaba rodeado pero encontre una ametralladora debajo de la cama de tom nook y dispareeeee a todo criatura viviente luego me entere que tortimer se comio una manzana podrida y tenia cagueta y los habitabtes se contagiaron luego al ver que todo estuvo muerto pues al ver a los visitantes los mate y mi pueblo ahora es un pueblo fantaaaaaasmaaaaaaaaaaagoooooooooricoooooooooooo PD:despues de eso descubri que estaba soñando y dijo uff
jaja!! me ha encantando lo de tortimer con cagueta
Dessi10676Hace 13 años148
@LordZelda
Mostrar cita
Yo aporto una inventada e Un dia en mi casa sono la puerta era de noche y no me imagino que era ,era Rita me dijo nque todos eran zombies coji mi escopeta y dije -a matar zombies se a dicho los zombies eran poderosos les corte la cabeza le salieron sagre por los sesos pero lo peor esta por llegar despues de ganar la loteria de 1 millon de ballas y meterlas en ekl banco va toom nook y me las roba yo voy a su casa no entonces le disparo en la cabeza se convierte en zombie y luego vienen los demas zombies estaba rodeado pero encontre una ametralladora debajo de la cama de tom nook y dispareeeee a todo criatura viviente luego me entere que tortimer se comio una manzana podrida y tenia cagueta y los habitabtes se contagiaron luego al ver que todo estuvo muerto pues al ver a los visitantes los mate y mi pueblo ahora es un pueblo fantaaaaaasmaaaaaaaaaaagoooooooooricoooooooooooo PD:despues de eso descubri que estaba soñando y dijo uff
jaja!! me ha encantando lo de tortimer con cagueta
Dessi10676Hace 13 años149
Porque mi mensaje se a publicado dos veces??      
Nachete233Hace 13 años150
Chris tu historia esta bn pero lo de las metralletas es muy subrealista
Xue-Hu-Max236Hace 13 años151
Ésta historia es terrorífica, pero acaba bien...
Hola, soy Felipe y voy a contaros mi historia...
Yo estaba tranquilamente en mi casa a punto de dormir, pero al intentar subir a mi cama, me equivoqué de botones a causa de tener tanto sueño y, por error cambié mi cama por un psicobanco...
No pude dormir bien y tuve una pesadilla en la que todos los habitantes del pueblo se volvían contra mi y me perseguían para matarme sin motivo...
Al despertar, me sobresalté y el psicobanco me dió una descarga...
Sobreviví a la descarga, pero aquello fue el acontecimiento que marcaría mi vida para siempre...
Enloquecido, me puse mi máscara de hockey y empuñé mi hacha de oro.
Me repetía constantemente: "Si todos quieren mi muerte, provocaré la suya antes de que vayan a por mí, ha ha ha"
Enfurecido, entré en la tienda de Mili y Pili. Pili me miró con una ingenua sonrisa y me dijo: "Bienvenido a Hnas. Manitas, diseño que pones, diseño que quitas" A lo que le respondí: "Te quitaré la cabeza con éstas manitas, cabeza que pones, cabeza que quitas, ha ha ha" Después de decapitarlas a ambas, corrí al ayuntamiento y, fue fácil deshacerme del vejestorio de Tórtimer y de su ayudante Sol. Tantos gritos me enloquecían, aquello era muy sádico. Asesiné a todos los vecinos de aquel pueblo, a los búhos del museo y a el de la cafetería...
Pero entonces, mi conciencia pudo así vencer a mi locura y acabé llorando, desesperado en aquel pueblo fantasma.
-¡Si hubiera algo que pudiera hacer! Snif, snif... ¿Por qué habría matado a todos éstos inocentes? Tórtimer, Tom Nook, Pili, Mili y... ¡Rese T. Ado! ¡Claro! ¡Éso es!
Había encontrado la solución, apagué la consola sin guardar...
Al día siguiente, Rese T. me echaba una de sus broncas habituales...
-Felipe, te está bajando una lágrima por la mejilla, ¿te pasa algo?
-Nada, nada- le dije - Ha sido sólo... una pesadilla...
Emocionado, le di un abrazo y grité con voz potente, de forma que todo el pueblo pudiera oírme:
-¡¡¡MUCHAS GRACIAS A TODOS, POR ESTAR VIVOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS!!!
EDITADO EL 13-04-2011 / 18:16 (EDITADO 2 VECES)
7 VOTOS
Xue-Hu-Max236Hace 13 años152
Ésta historia tiene un final horrible, no la léais a menos que seáis muy valientes...
Hola, soy Felipe y voy a contaros mi historia...
Yo estaba tranquilamente en mi casa a punto de dormir, pero al intentar subir a mi cama, me equivoqué de botones a causa de tener tanto sueño y, por error cambié mi cama por un psicobanco...
No pude dormir bien y tuve una pesadilla en la que todos los habitantes del pueblo se volvían contra mi y me perseguían para matarme sin motivo...
Al despertar, me sobresalté y el psicobanco me dió una descarga...
Sobreviví a la descarga, pero aquello fue el acontecimiento que marcaría mi vida para siempre...
Enloquecido, me puse mi máscara de hockey y empuñé mi hacha de oro.
Me repetía constantemente: "Si todos quieren mi muerte, provocaré la suya antes de que vayan a por mí, ha ha ha"
Enfurecido, entré en la tienda de Mili y Pili. Pili me miró con una ingenua sonrisa y me dijo: "Bienvenido a Hnas. Manitas, diseño que pones, diseño que quitas" A lo que le respondí: "Te quitaré la cabeza con éstas manitas, cabeza que pones, cabeza que quitas, ha ha ha" Después de decapitarlas a ambas, corrí al ayuntamiento y, fue fácil deshacerme del vejestorio de Tórtimer y de su ayudante Sol. Tantos gritos me enloquecían, aquello era muy sádico. Asesiné a todos los vecinos de aquel pueblo, a los búhos del museo y a el de la cafetería...
Pero entonces, mi conciencia pudo así vencer a mi locura y acabé llorando, desesperado en aquel pueblo fantasma.
Entonces comprendí que me había convertido en un monstruo. Destrozé mi casa y me fui tan lejos como pude de aquel sangriento pueblo.
Aún sigo andando, sólo y desesperado en medio de la nada, buscando un nuevo pueblo en el que vivir...
¿Podría ser el tuyo?...
HA HA HA...
EDITADO EL 13-04-2011 / 18:18 (EDITADO 2 VECES)
2 VOTOS
Xue-Hu-Max236Hace 13 años153
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué Mili está siempre tejiendo, sin decir nada...? ¿Ocultará tal vez un secreto?
Título ésta historia: El exorcismo de Mili.
Era un día tormentoso y llovía a cántaros. Fui a la tienda de Pili y Mili a comprar un paraguas. Entonces vi a Mili sollozar muy bajito. Le pregunté: "Mili, ¿algún problema?". A lo que me respondió: "¡Nada que te importe!". Aquello me extrañó mucho, nunca había visto a nadie llorar así...
Cuando la tienda cerró, decidí seguirla. Me llevó hasta un callejón oscuro dónde la vi hablar con un tipo encapuchado.
-¿Lo has traído?- dijo aquel tipo.
-Claro que sí- respondió Mili.
-Bien, bien, ¿te han seguido?
-No, estoy segura...
Entonces pude ver que Mili le entregaba algo. Era algo con... pinchos... nariz y... ¡Oh, Dios mio! ¡Era la cabeza de Pili! No pude creerlo, ¡había matado a su propia hermana! Ahora ya sabía que tramaba algo grande... y malvado...
-Bien hecho Mili... Ahora tendrás tu recompensa... ¡Ha ha ha!
De repente, una luz iluminó a Mili...
-Que disfrutes de tu inmortalidad- dijo aquel hombre, que desapareció de repente.
Fui a mi casa corriendo, para que Mili no me descubriera.
Al día siguiente, todos los vecinos aseguraban que en la tienda se oían ruidos extraños, risas maliciosas y que todos los que habían entrado no habían regresado.
Picado por la curiosidad, decidí entrar. El miedo se apoderaba de mi...
Estaba oscuro, muy oscuro. Encendí el interruptor y encontré los cadáveres de los vecinos desaparecidos.
Mili gritaba de dolor.
-¡¡¡AYÚDAMEEEE!!! ¡¡¡TE LO SUPLICOOOOO!!!
Un escalofrío me recorrió por dentro.
-¡Mili, tranquila, todo saldrá bien! ¡Te salvaré!
-¡¡¡AAAAARRRGGGHHH!!!
-¡¡¡LUCIFER!!! ¡¡¡SAL DEL CUERPO DE ÉSTA INOCENTE!!!- grité.
Sus ojos brillaron con un color rojo sangre
-¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHH!!!
Era inútil, estaba totalmente poseída...
No supe qué hacer...
Entonces decidí actuar rápido. En la tienda pude ver la máquina de coser... ¡Era de plata! Empuñé mi hacha dorada y con algunos cortes, tallé una cruz de plata. La puse en el pecho de Mili y una luz salió de ella.
Sentí una presencia, era el hombre de la capucha.
-El pacto se ha roto- dijo, y se esfumó.
Miré a Mili, le tomé el pulso y supe que no había nada que hacer, Mili había muerto, no pude salvarla...
Entristecido, arrojé el cuerpo de Mili al mar y se fue, flotando...
Las cartas embotelladas pueden ir de un pueblo a otro pero ¿Y los cadáveres?
Pase lo que pase, si encuentras un erizo de mar en la playa, no lo cojas, ya que puede ser un trozo de su cuerpo...
2 VOTOS
Xue-Hu-Max236Hace 13 años154
La historia más terrorífica de Animal Crossing jamás contada:
Un vecino nuevo llegó a mi pueblo, era... ¡Justin Bieber!
¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Desde entonces, todos los habitantes masculinos se resguardan en sus casas para no perder su virginidad...
Terrorífico...                         
2 VOTOS
EXofenme134Hace 12 años155
Era otro tranquilo día en el pueblo de Animal Crossing...  
De pronto, vi que una nave espacial cruzaba rápidamente el cielo.  
Instintivamente, cogí mi tirachinas, para derrivar la nave de Gulliver...  
¡Un momento! Ésa no era la nave de Guliver. Era un poco más pequeña, esférica, y venía dejando una estela blanca detrás, como si fuera una estrella fugaz.  
Y no hacía falta que le disparaba; iba a estrellarse en medio del pueblo.  
El impacto de ese objeto fue brutal, dejando un cráter en medio del pueblo, arrojando toneladas de tierra a la atmósfera en forma de polvo.
Una vez que me reponí de esa brutal y fugaz experiencia, corrí hacia el cráter, para saber qué era aquello. Allí, alrededor del humeante agujero, me reuní con el resto de los habitantes del pueblo. Allí estaban, además de los vecinos, el alcalde, las funcionarias del ayuntamiento, los eruditos del museo y los tenderos, los cuales, habían desantendido sus acciones cotidianas debido a ese suceso.
Cuando el ambiente se despejó, podimos, verlo, una nave con forma de esfera, con un único ojo de buey de ventana. El objeto se abrió, como si fuera una pelota de beisbol estropeada, y ante la llegada de ese desconocido, no podimos evitar dar un paso atrás por el simple miedo a lo desconocido.
El ocupante se desplomó nada más salir de su nave.
Lo examinamos. Era un un ser, humanoide, que llevaba una terrorífica armadura y tenía los pelos de la cabeza negros de punta. Estaba magullado, como si acabara de recibir una paliza de muerte. Y era mucho más primate que yo, pues presentaba una cola de mono.
¿Y que hacemos con este visitante? Todos nos preguntabamos lo mismo.
Tras una acolorada discusión, mis vecinos me hicieron caso; debíamos cuidarlo hasta que se curen sus heridas. Sin embargo, como esa idea era mía, me cargaron a mí el herido, pues, al fin y al cabo, mi casa era la más grande de mi pueblo.  
Los siguientes días, alternaba el cuidado del herido extranjero con mi quehacer cotidano. Me gasté una pequeña fortuna combrando las medicinas al Ton Nook. Los primeros días, el extranjero permanecía dormido, sufriendo a menudo de angustiosos sueños, donde unos terribles agresores le propinaban la paliza de la cual se estaba recuperando.
Por eso, cuando por fin despertó, no me sorprendí cuando se puso violento conmigo, amenazando con matarme. Sólo cuando se dio cuenta de que estaba a salvo, en mi casa, se tranquilizó y cayó en un profundo sueño que, esta vez, fue reparador.
Todavía convaleciente, intenté hablar con él. Pero el extranjero era tan poco sociable como rápido para la ira. Era más fácil cuidar de él cuando se pasaba los días durmiendo. No quiso darme su nombre, pero dijo que era una especie de principe sin reino, de un pueblo de feroces guerreros espaciales que trabajaban como mercenarios, conquistando planetas para luego venderlos. Estos datos, y su arrogante aire de superioridad, me hizo pensar que debimos dejarle morir...
Por fin, estuvo lo bastante bien para poder ponerse en pie. Cargándolo sobre el hombro, lo saqué de casa, para que le diera el aire. Aún magullado, quejándose de cada paso, el extranjero quiso que pasearamos por el pueblo. Así, visitó mi pueblo, conoció a mis vecinos, comprobó la riqueza de los árboles frutales, del río lleno de peces, y de la variada fauna de insectos. También le enseñé como golpeando con mi pala de oro, podía sacar dinero de las piedras. Él también quiso probar, y antes de que pudiera advertirle que ese truco sólo funcionaba una vez, me quitó la pala y golpeó con ella la susodicha piedra.
¡Fue inaudito! ¡Rompió la piedra, partiéndola en dos!    
¡Y pulverizó mi pala de oro, que se suponía que era indestructible!
Como yo ya sabía cómo conseguir otra pala, no me enfadé, aunque me impresionó la fuerza de ese tío...
También fuimos al museo, donde presumí de donaciones. Allí, Estela, la astrónoma del puelbo se mostró muy emocionada, pues dentro de dos noches iba a haber la luna llena más grande de los últimos cincuenta años. Al oír eso el extranjero palideció, y me susurró que esa noche tenía que permancer dentro de mi casa, pasara lo que pasara.
Transcurrieron un par de días más, con esa advertencia talandrándome el coco. Y al atardecer del segundo día, pasó algo que Estela no había pronosticado; una lluvia de estrellas.
Y eran objetos que caían en el océano, Y del mar, entrando caminando por la playa, salió un ejército de robots plateados, que buscaban al extranjero, acusándole de ser el genocida que exterminó a los habitantes del mundo de los robots.
Mis vecinos se chivaron enseguida, y los robots fueron a mi casa. Me negué a entregar al extranjero, pero él tampoco me hizo caso; a pesar de no estar totalmente recuperado, el extranjero empezó a pelear con los invasores. Pronto advertí que el extranjero no podía ganar esa pelea, pues los robots le superaban en número. También me dí cuenta de que fueron esos mismos robots los que le dieron esa paliza de muerte, repitiéndoose el hecho ante mi presencia.
Pero, en mitad de la batalla, cuando el extranjero estuvo a punto de sucumbir, apareció la luna. Y entonces, bajo su luz, los ojos del extranjero se volvieron rojos, su cuerpo se cubrió de pelo y aumentó drásticamente de tamaño, convirtiéndose en un mono gigante. Y ese monstruo, antes de retomar el combante, me miró y me advirtió, para que llevara a todos los vecinos al ayuntamiento.
Hice bien en obedecerle, porque entonces, la batalla se recrudeció. El mono barriá a los robots a manotazos, como si sólo fueran muñecos de papel de aluminio. Eso hizo que nuevas hondanadas de robots cayeran del cielo, de su nave nodriza, arriba en las alturas.
Ésa fue una noche muy larga. Permanecimos en el ayuntamiento, oyendo los rugidos del mono, sintiendo como el suelo temblaba con cada nuevo y brutal golpe, en una batalla que parecía no tener final...
Por fin, la noche cesó, y la batalla terminó. Al salir del ayuntamiento, el pueblo estaba en ruinas, y un resplandor en cielo era el único resto de la nave nodriza de los invasores.
El extranjero recuperó su forma habitual, y no estaba solo. Un segundo guerrero, vestido como él, cola de mono incluída, había venido en su propia nave-metorito-bola de beísbol, y hablaba con él. Era más alto, calvo y con bigote, y se dirigía a nuestro salvador con una mezcla de sorna y respeto. Ese individuo, se quejaba, pues quería conquistar nuestro planeta para venderlo al mejor postor...
Pero el extranjero se negó, para bochorno de su subordinado, el cual, parecía divertirle lo de destruir cosas. Le dejó muy claro que nuestro planeta, no existe, y nunca pelearon en él. Luego, con su marcado aire de superioridad, el extranjero me miró de reojo y declaró que estábamos en paz.
Y luego se fue en su nave, junto con su amigo, dejándonos a nosotros la tarea de reconstruir el pueblo.
Por fortuna, tenía ahorrado un motón de dinero en la cuenta del ayuntamientoo, por lo que pronto podimos reconstruir el pueblo.
Y un día, vino Gulliver de visita, y cuando le conté lo ocurrido, se asustó. y dijo:
-Pero, ¿tú tienes la menor idea de quién era ese tipo?
1 VOTO
SasukeMario3Hace 12 años156
@EXofenme
Mostrar cita
Era otro tranquilo día en el pueblo de Animal Crossing... De pronto, vi que una nave espacial cruzaba rápidamente el cielo. Instintivamente, cogí mi tirachinas, para derrivar la nave de Gulliver... ¡Un momento! Ésa no era la nave de Guliver. Era un poco más pequeña, esférica, y venía dejando una estela blanca detrás, como si fuera una estrella fugaz. Y no hacía falta que le disparaba; iba a estrellarse en medio del pueblo. El impacto de ese objeto fue brutal, dejando un cráter en medio del pueblo, arrojando toneladas de tierra a la atmósfera en forma de polvo. Una vez que me reponí de esa brutal y fugaz experiencia, corrí hacia el cráter, para saber qué era aquello. Allí, alrededor del humeante agujero, me reuní con el resto de los habitantes del pueblo. Allí estaban, además de los vecinos, el alcalde, las funcionarias del ayuntamiento, los eruditos del museo y los tenderos, los cuales, habían desantendido sus acciones cotidianas debido a ese suceso. Cuando el ambiente se despejó, podimos, verlo, una nave con forma de esfera, con un único ojo de buey de ventana. El objeto se abrió, como si fuera una pelota de beisbol estropeada, y ante la llegada de ese desconocido, no podimos evitar dar un paso atrás por el simple miedo a lo desconocido. El ocupante se desplomó nada más salir de su nave. Lo examinamos. Era un un ser, humanoide, que llevaba una terrorífica armadura y tenía los pelos de la cabeza negros de punta. Estaba magullado, como si acabara de recibir una paliza de muerte. Y era mucho más primate que yo, pues presentaba una cola de mono. ¿Y que hacemos con este visitante? Todos nos preguntabamos lo mismo. Tras una acolorada discusión, mis vecinos me hicieron caso; debíamos cuidarlo hasta que se curen sus heridas. Sin embargo, como esa idea era mía, me cargaron a mí el herido, pues, al fin y al cabo, mi casa era la más grande de mi pueblo. Los siguientes días, alternaba el cuidado del herido extranjero con mi quehacer cotidano. Me gasté una pequeña fortuna combrando las medicinas al Ton Nook. Los primeros días, el extranjero permanecía dormido, sufriendo a menudo de angustiosos sueños, donde unos terribles agresores le propinaban la paliza de la cual se estaba recuperando. Por eso, cuando por fin despertó, no me sorprendí cuando se puso violento conmigo, amenazando con matarme. Sólo cuando se dio cuenta de que estaba a salvo, en mi casa, se tranquilizó y cayó en un profundo sueño que, esta vez, fue reparador. Todavía convaleciente, intenté hablar con él. Pero el extranjero era tan poco sociable como rápido para la ira. Era más fácil cuidar de él cuando se pasaba los días durmiendo. No quiso darme su nombre, pero dijo que era una especie de principe sin reino, de un pueblo de feroces guerreros espaciales que trabajaban como mercenarios, conquistando planetas para luego venderlos. Estos datos, y su arrogante aire de superioridad, me hizo pensar que debimos dejarle morir... Por fin, estuvo lo bastante bien para poder ponerse en pie. Cargándolo sobre el hombro, lo saqué de casa, para que le diera el aire. Aún magullado, quejándose de cada paso, el extranjero quiso que pasearamos por el pueblo. Así, visitó mi pueblo, conoció a mis vecinos, comprobó la riqueza de los árboles frutales, del río lleno de peces, y de la variada fauna de insectos. También le enseñé como golpeando con mi pala de oro, podía sacar dinero de las piedras. Él también quiso probar, y antes de que pudiera advertirle que ese truco sólo funcionaba una vez, me quitó la pala y golpeó con ella la susodicha piedra. ¡Fue inaudito! ¡Rompió la piedra, partiéndola en dos! ¡Y pulverizó mi pala de oro, que se suponía que era indestructible! Como yo ya sabía cómo conseguir otra pala, no me enfadé, aunque me impresionó la fuerza de ese tío... También fuimos al museo, donde presumí de donaciones. Allí, Estela, la astrónoma del puelbo se mostró muy emocionada, pues dentro de dos noches iba a haber la luna llena más grande de los últimos cincuenta años. Al oír eso el extranjero palideció, y me susurró que esa noche tenía que permancer dentro de mi casa, pasara lo que pasara. Transcurrieron un par de días más, con esa advertencia talandrándome el coco. Y al atardecer del segundo día, pasó algo que Estela no había pronosticado; una lluvia de estrellas. Y eran objetos que caían en el océano, Y del mar, entrando caminando por la playa, salió un ejército de robots plateados, que buscaban al extranjero, acusándole de ser el genocida que exterminó a los habitantes del mundo de los robots. Mis vecinos se chivaron enseguida, y los robots fueron a mi casa. Me negué a entregar al extranjero, pero él tampoco me hizo caso; a pesar de no estar totalmente recuperado, el extranjero empezó a pelear con los invasores. Pronto advertí que el extranjero no podía ganar esa pelea, pues los robots le superaban en número. También me dí cuenta de que fueron esos mismos robots los que le dieron esa paliza de muerte, repitiéndoose el hecho ante mi presencia. Pero, en mitad de la batalla, cuando el extranjero estuvo a punto de sucumbir, apareció la luna. Y entonces, bajo su luz, los ojos del extranjero se volvieron rojos, su cuerpo se cubrió de pelo y aumentó drásticamente de tamaño, convirtiéndose en un mono gigante. Y ese monstruo, antes de retomar el combante, me miró y me advirtió, para que llevara a todos los vecinos al ayuntamiento. Hice bien en obedecerle, porque entonces, la batalla se recrudeció. El mono barriá a los robots a manotazos, como si sólo fueran muñecos de papel de aluminio. Eso hizo que nuevas hondanadas de robots cayeran del cielo, de su nave nodriza, arriba en las alturas. Ésa fue una noche muy larga. Permanecimos en el ayuntamiento, oyendo los rugidos del mono, sintiendo como el suelo temblaba con cada nuevo y brutal golpe, en una batalla que parecía no tener final... Por fin, la noche cesó, y la batalla terminó. Al salir del ayuntamiento, el pueblo estaba en ruinas, y un resplandor en cielo era el único resto de la nave nodriza de los invasores. El extranjero recuperó su forma habitual, y no estaba solo. Un segundo guerrero, vestido como él, cola de mono incluída, había venido en su propia nave-metorito-bola de beísbol, y hablaba con él. Era más alto, calvo y con bigote, y se dirigía a nuestro salvador con una mezcla de sorna y respeto. Ese individuo, se quejaba, pues quería conquistar nuestro planeta para venderlo al mejor postor... Pero el extranjero se negó, para bochorno de su subordinado, el cual, parecía divertirle lo de destruir cosas. Le dejó muy claro que nuestro planeta, no existe, y nunca pelearon en él. Luego, con su marcado aire de superioridad, el extranjero me miró de reojo y declaró que estábamos en paz. Y luego se fue en su nave, junto con su amigo, dejándonos a nosotros la tarea de reconstruir el pueblo. Por fortuna, tenía ahorrado un motón de dinero en la cuenta del ayuntamientoo, por lo que pronto podimos reconstruir el pueblo. Y un día, vino Gulliver de visita, y cuando le conté lo ocurrido, se asustó. y dijo: -Pero, ¿tú tienes la menor idea de quién era ese tipo?
Un mono gigante?? como en dragon ball z????
Clara1231097
Expulsado
Hace 12 años157
Y quien era ese tipo? 
Xue-Hu-Max236Hace 12 años158
@SasukeMario
Mostrar cita
@EXofenme
Mostrar cita
Era otro tranquilo día en el pueblo de Animal Crossing... De pronto, vi que una nave espacial cruzaba rápidamente el cielo. Instintivamente, cogí mi tirachinas, para derrivar la nave de Gulliver... ¡Un momento! Ésa no era la nave de Guliver. Era un poco más pequeña, esférica, y venía dejando una estela blanca detrás, como si fuera una estrella fugaz. Y no hacía falta que le disparaba; iba a estrellarse en medio del pueblo. El impacto de ese objeto fue brutal, dejando un cráter en medio del pueblo, arrojando toneladas de tierra a la atmósfera en forma de polvo. Una vez que me reponí de esa brutal y fugaz experiencia, corrí hacia el cráter, para saber qué era aquello. Allí, alrededor del humeante agujero, me reuní con el resto de los habitantes del pueblo. Allí estaban, además de los vecinos, el alcalde, las funcionarias del ayuntamiento, los eruditos del museo y los tenderos, los cuales, habían desantendido sus acciones cotidianas debido a ese suceso. Cuando el ambiente se despejó, podimos, verlo, una nave con forma de esfera, con un único ojo de buey de ventana. El objeto se abrió, como si fuera una pelota de beisbol estropeada, y ante la llegada de ese desconocido, no podimos evitar dar un paso atrás por el simple miedo a lo desconocido. El ocupante se desplomó nada más salir de su nave. Lo examinamos. Era un un ser, humanoide, que llevaba una terrorífica armadura y tenía los pelos de la cabeza negros de punta. Estaba magullado, como si acabara de recibir una paliza de muerte. Y era mucho más primate que yo, pues presentaba una cola de mono. ¿Y que hacemos con este visitante? Todos nos preguntabamos lo mismo. Tras una acolorada discusión, mis vecinos me hicieron caso; debíamos cuidarlo hasta que se curen sus heridas. Sin embargo, como esa idea era mía, me cargaron a mí el herido, pues, al fin y al cabo, mi casa era la más grande de mi pueblo. Los siguientes días, alternaba el cuidado del herido extranjero con mi quehacer cotidano. Me gasté una pequeña fortuna combrando las medicinas al Ton Nook. Los primeros días, el extranjero permanecía dormido, sufriendo a menudo de angustiosos sueños, donde unos terribles agresores le propinaban la paliza de la cual se estaba recuperando. Por eso, cuando por fin despertó, no me sorprendí cuando se puso violento conmigo, amenazando con matarme. Sólo cuando se dio cuenta de que estaba a salvo, en mi casa, se tranquilizó y cayó en un profundo sueño que, esta vez, fue reparador. Todavía convaleciente, intenté hablar con él. Pero el extranjero era tan poco sociable como rápido para la ira. Era más fácil cuidar de él cuando se pasaba los días durmiendo. No quiso darme su nombre, pero dijo que era una especie de principe sin reino, de un pueblo de feroces guerreros espaciales que trabajaban como mercenarios, conquistando planetas para luego venderlos. Estos datos, y su arrogante aire de superioridad, me hizo pensar que debimos dejarle morir... Por fin, estuvo lo bastante bien para poder ponerse en pie. Cargándolo sobre el hombro, lo saqué de casa, para que le diera el aire. Aún magullado, quejándose de cada paso, el extranjero quiso que pasearamos por el pueblo. Así, visitó mi pueblo, conoció a mis vecinos, comprobó la riqueza de los árboles frutales, del río lleno de peces, y de la variada fauna de insectos. También le enseñé como golpeando con mi pala de oro, podía sacar dinero de las piedras. Él también quiso probar, y antes de que pudiera advertirle que ese truco sólo funcionaba una vez, me quitó la pala y golpeó con ella la susodicha piedra. ¡Fue inaudito! ¡Rompió la piedra, partiéndola en dos! ¡Y pulverizó mi pala de oro, que se suponía que era indestructible! Como yo ya sabía cómo conseguir otra pala, no me enfadé, aunque me impresionó la fuerza de ese tío... También fuimos al museo, donde presumí de donaciones. Allí, Estela, la astrónoma del puelbo se mostró muy emocionada, pues dentro de dos noches iba a haber la luna llena más grande de los últimos cincuenta años. Al oír eso el extranjero palideció, y me susurró que esa noche tenía que permancer dentro de mi casa, pasara lo que pasara. Transcurrieron un par de días más, con esa advertencia talandrándome el coco. Y al atardecer del segundo día, pasó algo que Estela no había pronosticado; una lluvia de estrellas. Y eran objetos que caían en el océano, Y del mar, entrando caminando por la playa, salió un ejército de robots plateados, que buscaban al extranjero, acusándole de ser el genocida que exterminó a los habitantes del mundo de los robots. Mis vecinos se chivaron enseguida, y los robots fueron a mi casa. Me negué a entregar al extranjero, pero él tampoco me hizo caso; a pesar de no estar totalmente recuperado, el extranjero empezó a pelear con los invasores. Pronto advertí que el extranjero no podía ganar esa pelea, pues los robots le superaban en número. También me dí cuenta de que fueron esos mismos robots los que le dieron esa paliza de muerte, repitiéndoose el hecho ante mi presencia. Pero, en mitad de la batalla, cuando el extranjero estuvo a punto de sucumbir, apareció la luna. Y entonces, bajo su luz, los ojos del extranjero se volvieron rojos, su cuerpo se cubrió de pelo y aumentó drásticamente de tamaño, convirtiéndose en un mono gigante. Y ese monstruo, antes de retomar el combante, me miró y me advirtió, para que llevara a todos los vecinos al ayuntamiento. Hice bien en obedecerle, porque entonces, la batalla se recrudeció. El mono barriá a los robots a manotazos, como si sólo fueran muñecos de papel de aluminio. Eso hizo que nuevas hondanadas de robots cayeran del cielo, de su nave nodriza, arriba en las alturas. Ésa fue una noche muy larga. Permanecimos en el ayuntamiento, oyendo los rugidos del mono, sintiendo como el suelo temblaba con cada nuevo y brutal golpe, en una batalla que parecía no tener final... Por fin, la noche cesó, y la batalla terminó. Al salir del ayuntamiento, el pueblo estaba en ruinas, y un resplandor en cielo era el único resto de la nave nodriza de los invasores. El extranjero recuperó su forma habitual, y no estaba solo. Un segundo guerrero, vestido como él, cola de mono incluída, había venido en su propia nave-metorito-bola de beísbol, y hablaba con él. Era más alto, calvo y con bigote, y se dirigía a nuestro salvador con una mezcla de sorna y respeto. Ese individuo, se quejaba, pues quería conquistar nuestro planeta para venderlo al mejor postor... Pero el extranjero se negó, para bochorno de su subordinado, el cual, parecía divertirle lo de destruir cosas. Le dejó muy claro que nuestro planeta, no existe, y nunca pelearon en él. Luego, con su marcado aire de superioridad, el extranjero me miró de reojo y declaró que estábamos en paz. Y luego se fue en su nave, junto con su amigo, dejándonos a nosotros la tarea de reconstruir el pueblo. Por fortuna, tenía ahorrado un motón de dinero en la cuenta del ayuntamientoo, por lo que pronto podimos reconstruir el pueblo. Y un día, vino Gulliver de visita, y cuando le conté lo ocurrido, se asustó. y dijo: -Pero, ¿tú tienes la menor idea de quién era ese tipo?
Un mono gigante?? como en dragon ball z????
Tienes razón, es como Dragon Ball Z. La verdad es que parecen Vegeta y Nappa, con sus naves redondas, sus colas de mono, su furia... ¡Sólo faltaría que le hiciera una onda vital!
Xue-Hu-Max236Hace 12 años159
Un día tranquilo, como cualquiera, se abrió el portón y llegó un extraño personaje con un traje largo color negro y pelo blanco y pálido como el hielo, aunque parecía muy joven. Llevaba una sonrisa maléfica y soberbia en la cara. Parecía humano, al menos más que el resto de vecinos. Pero algo muy extraño era que en su largo traje negro presentaba un bulto en la zona de la espalda, lo cual me extrañó mucho. Cuando fui a preguntarles a Vigilio y a Nocencio quién sería aquel misterioso visitante, los encontré aterrorizados y llenos de cortes. El extraño visitante se fue a su casa rápidamente sin hablar con nadie. Al día siguiente decidí hacerle una visita. Cuando estaba en frente de la casa, aquello me parecía más un laboratorio. Entré y al fondo de su casa encontré una cápsula con una inscripción, pero estaba llena de polvo y justo cuando iba a soplar para ver que ponía...
-¡Tú! ¡Miserable! ¡Cómo te atreves!
Me asusté y enseguida salí de la casa corriendo y sin mirar atrás.
-No te preocupes, madre, ahora podemos estar juntos.-oí desde la puerta.
Me pareció muy extraño y decidí avisar al alcalde pero, cuando llegué vi al alcalde tirado en el suelo con una herida que atravesaba su cuerpo.
-Cui... cuidado con él...
-¿Quién, quien es él?
-Se... Sef... *cof cof*
Y el alcalde cerró sus ojos y tumbó su cabeza arañada en el suelo.
Asustado por lo que pudiera hacerme ese tipo, busqué en la guía telefónica alguien que pudiera ayudarnos, hasta que encontré un número que me pareció adecuado para la situación.
-¿Ho-hola?
-Hola, buenas, ¿qué ocurre?
-Verá, hay un vecino sospechoso que está arrasando el pueblo.
-¿Nos pagará?
-Sí, lo que me pida...
-Bien, llegaré allí lo antes posible.
-¡Por favor, es urgente!
-Sí, sí, déjelo en mis manos
-Vale, gracias, adiós.
Al día siguiente, por la tarde, se presentó allí un chico rubio, vestido de morado con una moto y en la espalda llevaba una espada enorme, casi tan grande como él.
-Hola, ¿quién me ha llamado?
-Verá, he sido yo, un vecino extraño ha llegado al pueblo y...
-Ya, ya, lo que tú digas chaval.
Le guié hasta la casa y se quedó asombrado.
-Yo, yo conozco este lugar...
Entonces el vecino salió de una habitación y susurró:
-Por fin volvemos a encontrarnos,...
Cloud. Je je je...

Continuará...
EDITADO EL 03-06-2011 / 16:13 (EDITADO 1 VEZ)
1 VOTO
Responder / Comentar
Subir
Foros > Animal Crossing: Wild World > Historias de terror de Animal Crossing Wild World

Hay 434 respuestas en Historias de terror de Animal Crossing Wild World, del foro de Animal Crossing: Wild World. Último comentario hace 7 años.

  • Regístrate

  • Información legal
Juegos© Foro 3DJuegos 2005-2024. . SOBRE FORO 3DJUEGOS | INFORMACIÓN LEGAL