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Por Mordred7477
Hace 3 meses / Respuestas: 1 / Lecturas: 34

El asesinato de Pasolini: el secreto que atormenta a Italia (Saló o 120 Días de Sodoma)

Basada en el libro Los 120 días de Sodoma del marqués de Sade. Esta película iba a ser la primera película de una trilogía conocida como la "Trilogía de la Muerte", a la que precede la "Trilogía de la Vida" (El Decamerón, Los cuentos de Canterbury y Las mil y una noches), aunque las dos partes restantes no pudieron realizarse tras el asesinato en extrañas circunstancias de Pasolini. Cuenta una serie de escenas explícitas de hombres satisfaciendo sus deseos sexuales ignorando las leyes morales. Ha sido catalogada por mucha gente como una de las películas más crudas de la historia. https://es.wikipedia.org/wiki/Sal%C3%B3_o_los_120_d%C3%ADas_de_Sodoma El asesinato de Pasolini: el secreto que atormenta a Italia (Saló o 120 Días de Sodoma) https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20201101/49126109975/pier-paolo-pasolini-muerte-homicidios-misterios-homosexualidad.html El cuerpo de Pier Paolo Pasolini, escritor, poeta y director de cine italiano considerado uno de los intelectuales más destacados del siglo XX, aparece en un vertedero de Ostia, Italia. Su brutal asesinato es todavía un enigma Pasolini, intelectual reverenciado, fue víctima de su licenciosa vida ­privada. Retrato del cineasta tomado en Paris el diciembre de 1961 PPP, Pier Paolo Pasolini, católico, marxista, escandaloso , pederasta, homosexual, pornógrafo. Su nombre evoca al controvertido cineasta que filmó las películas más escandalosas de su época: Decamerón, ,Saló o los 120 días de la ciudad de Sodoma, la rutilante Medea de Maria Callas... Pero Pasolini fue algo más: un artista prolífico y multidisciplinar que supo canalizar los trágicos acontecimientos que salpicaron su trayectoria vital y plasmarlos en su obra con genialidad. Su legado artístico le convirtió en el intelectual italiano más reverenciado del siglo XX. Poseía un innato talento, que imprimió en sus diversas facetas artísticas: lingüística, literatura, pintura, cine… todas ellas fueron a la postre su huida de una intensa y polémica vida. Su confesa homosexualidad, que alzó como estandarte, marcó de forma rotunda su destino. Pasolini vivió una vida trágica, que transformó en cruzada y fue víctima de una muerte cruel, un derroche de violencia que no merecía y que 37 años después continúa siendo un enigma. Considerando todos estos datos intentaremos descifrar las claves que lo envuelven. Pasolini había nacido en Bolonia, la ciudad más izquierdista de Italia. Fue el primogénito de un irascible oficial de infantería fascista de origen pudiente y de una maestra de escuela de dulce carácter y humilde cuna. Su padre, alcohólico y ludópata, era autoritario y colérico, maltratador de su esposa.[/b] El pequeño Pier Paolo, con una gran sensibilidad que volcó en la poesía desde los siete años, quedó profundamente traumatizado por este hecho, desarrollando una desmesurada admiración por su madre. La muestra de tan confrontados sentimientos se reflejará en su obra. En una de sus películas más admiradas, El Evangelio según Mateo , Pasolini da el papel de la Virgen a Susana, su madre, que pasa así a ser la madre de Cristo, mientras que su primer libro de poemas, Poesía a Casarsa (1942) lo dedica a su odiado padre, dato que en principio asombra, si bien se comprende al comprobar que se halla escrito en friulano, dialecto hablado por su familia materna y despreciado por su progenitor. Esta marcada ambivalencia será considerada por algunos como el origen de su homosexualidad. A ello se suma otro hecho capital en su vida: Guido, su único hermano, sería abatido en 1945, durante la II Guerra Mundial, tenía 20 años, combatía en la Resistencia. Éste dramático hecho estrechará aún más los lazos afectivos con su madre. Retrato de Pasolini Pasolini había sido reclutado en 1943, pero huyó. A partir de entonces, dado que había estudiado literatura e historia del arte, empezó trabajar como profesor hasta 1949. En octubre de ese año los carabineros le denuncian por corrupción de menores. Será la primera de las persecuciones judiciales que jalonarán su vida. El escándalo provoca su inmediata expulsión del Partido Comunista Italiano, que considera la homosexualidad una degeneración burguesa. Sin embargo, el rechazo no merma su ideología. Siempre sería comunista. En 1950 se traslada a Roma junto a su madre: es allí donde cruza el umbral de su consagración como escritor, sumergiéndose en el ambiente de los suburbios. Prostitutas y jóvenes de la calle son protagonistas absolutos de sus creaciones, identificándose incluso con su lenguaje. Escribe sus obras más significativas, como la novela Chicos del arroyo (1955), centrada en los chicos de la calle, personajes que le obsesionarían de por vida y que tan relevante papel jugarían en su fatal desenlace, y Una vida violenta (1955). Son su pasaporte a la fama. En una entrevista el 31 de octubre de 1975, la víspera de su asesinato le preguntaron cuál era su calificación profesional preferida a lo que él respondió sin más: ‘En mi pasaporte yo escribo simplemente escritor’ También cineasta, disciplina a la que accedió de la mano de Fellini en los años 50, fue un prolífico director, su obsesiva pasión por reflejar la realidad le permitió retratar con maestría la Italia profunda. En los años 60 y 70 consigue la fama internacional con películas de gran impacto, escandalosas y controvertidas, en las que combina realismo con concepciones revolucionarias del sexo, la violencia o el sadismo. Entre ellas destaca El Evangelio según Mateo (1964) con ella Pasolini consigue una vez más noquear a público y crítica, al crear una obra de inusitada calidad y belleza, en la que consigue que convivan marxismo y espiritualidad cristiana , sus dos ideologías, en perfecta armonía. Los años que le quedan de vida, como si presintiera su muerte, se entrega a una actividad frenética, produciendo obras que reflejan un drama personal, como Edipo, el hijo de la fortuna ((1967) y Porcile (1969), o que inauguran la Trilogía de la Vida: El Decamerón ( 1971 ), Los cuentos de Canterbury (1972) y Las Mil y una noches (1973). Inmerso en una profunda crisis personal, realiza su último trabajo, Saló o los 120 días de la ciudad de Sodoma (1975). Fotograma de El Decamerón (1971) Como escritor, se entrega a Petróleo, su obra póstuma e inacabada. En ella narra la vida de un hombre obsesionado por su propio y extremado erotismo. Describe algunas vivencias homosexuales, que incluyen una espectacular orgía del protagonista con 20 muchachos proletarios en un descampado de la periferia urbana. Poco después, ¿premonición, condena?, Pasolini es asesinado brutalmente por Pino Pelosi, un chapero de 17 años, en un descampado de Ostia, cerca de Roma. Su cuerpo, abandonado en un vertedero, queda completamente desfigurado. El joven confiesa el crimen, afirma haber actuado en legítima defensa al ser atacado por Pasolini, que intentaba violarle. Es acusado e ingresa en prisión. Pero las circunstancias que rodean el caso son muy extrañas, Pelosi era un tipo enclenque, Pasolini un experto en artes marciales…. ¿Fue un crimen pasional, o fueron otras las causas? Treinta años después, en 2005, Pelosi declara en televisión su inocencia. Revela que fueron tres personas, una de ellas con acento siciliano, quienes acabaron con la vida de Pasolini, increpándole a gritos: ‘Maricón, sucio comunista’, dato que ocultó para ser juzgado por un tribunal ordinario. Ante los hechos, la familia del autor reclama la reapertura del sumario, en el que se incluyen testimonios de su amigo Sergio Citti quien afirma que acudió a la cita porque era víctima de un chantaje por el robo de unos rollos de SALÓ…. Los motivos políticos aflorarán cuando se descubra en 2009 que Pasolini tenía la intención de revelar en Petróleo el nombre del culpable de un controvertido incidente acaecido en 1962, el presunto homicidio del industrial Enrico Mattei , presidente de la compañía petrolífera Eni. Dichas revelaciones dan lugar a la cuarta apertura del sumario del caso. El año anterior, 700 intelectuales habían firmado un manifiesto exigiéndola. Las investigaciones sobre el crimen no cesan: ¿será un sempiterno enigma? Por ahora, sólo existe una única verdad: Pasolini, el hombre, decidió ser libre y no calló, pagando un alto precio por ello: su vida. https://www.elmundo.es/cultura/2017/07/21/59710ffce2704ef3058b4655.html Pino Pelosi con la policía en el sitio exacto de la muerte del cineasta y poeta Pier Paolo Pasolini Muere Pino Pelosi, el que fue el único condenado por el salvaje asesinato de Pier Paolo Pasolini. Siempre existió la sospecha de que se trató de un crimen político Se llamaba Giuseppe Pino Pelosi y, probablemente, su nombre no le suene de nada. El mundo entero le conocía por otra cuestión: por ser el único condenado por el salvaje asesinato del cineasta Pier Paolo Pasolini el 2 de noviembre de 1975. Pelosi era entonces un chaval de 17 años del lumpen romano. Hoy, con 59 años, también a él le ha llegado su hora: enfermo de cáncer, ha fallecido esta noche en el hospital Gemelli de Roma después de caer en coma. Con su muerte El Rana, como se le conocía en los bajos fondos romanos, se lleva a la tumba un secreto que desde hace casi 42 años atormenta a Italia y al mundo entero: la verdad sobre el asesinato de PPP. Porque la única certeza que rodea a ese crimen es que aquella noche, en un descampado en Ostia a pocos kilómetros de Roma, el cineasta fue brutalmente masacrado. La autopsia reveló que recibió una paliza inmisericorde, que incluyó una violentísima patada en los testículos que le provocó una gigantesca hemorragia interna y tantos golpes en la cabeza como para generarle también una hemorragia externa necesariamente mortal. "No es que saliera simplemente sangre, hubo auténticos chorros", escribieron los forenses en su informe. Después, fue arrollado bajo los neumáticos de su propio coche, un Alfa Romeo plateado, lo que le reventó varios órganos internos y dejó su cuerpo reducido a un amasijo. Hasta tal punto que Maria Teresa Lollobrigida, la señora que descubrió su cadáver, pensó en un primer momento que se trataba de un montón de basura. Aquella fatídica noche, las vidas de Pino Pelosi y de Pasolini se cruzaron en un bar cercano a la estación Termini de Roma frecuentado por chaperos. El cineasta iba a bordo de su flamante coche e invitó al joven a dar una vuelta. Pelosi accedió y, juntos, acudieron a cenar a una trattoria próxima a la Basílica de San Pablo. Posteriormente, pusieron rumbo a Ostia, a 30 kilómetros de la capital italiana. En concreto, hacia una base de hidroaviones que allí había. Al llegar al lugar, siempre según la versión de Pelosi, Pasolini habría intentado mantener relaciones sexuales con él. Él se habría opuesto y habrían forcejeado, emprendiéndola a patadas y bastonazos contra el intelectual y, posteriormente, arrollándolo con su propio coche. Sin embargo, a lo largo de los años Pelosi cambió varias veces su versión sobre lo sucedido. Siempre existió la sospecha de que el de Pasolini había sido en realidad un asesinato político y Pelosi, un chivo expiatorio. El intelectual se había convertido en un personaje profundamente incómodo para el poder, al señalar constantemente sus tropelías y abusos. Y qué mejor para silenciarle que tratar de desacreditarle con un crimen de trasfondo sexual y convencer a Pelosi de que cargara él solo con toda culpa ya que, al ser menor de edad en la época del asesinato, le caería una condena suave, como efectivamente ocurrió: 9 años y 7 meses de cárcel. El 18 de julio de 1983, con 25 años, obtuvo la libertad condicional. A partir de ahí se dedicó a ir de vez en cuando a platós de televisión, a escribir su autobiografía y a conceder entrevistas en las que a veces dejaba caer que él no había sido el único responsable de la muerte del cineasta y, a veces, incluso insinuaba que él ni siquiera había participado en la misma. Pero nunca nada concreto. Sólo veladas alusiones, turbias menciones. Como cuando afirmó que en el asesinato de Pasolini habían participado tres personas, dos de ellas con acento siciliano. Volvió varias veces a la cárcel por otros delitos e, incluso, regresó al lugar del crimen en una de las salidas de prisión en régimen de libertad condicional. Fue en 2008 de la mano de una cooperativa dedicada a la reinserción de ex presidiarios. Junto con un puñado de éstos, limpió el jardín que fue creado en el lugar donde PPP fue asesinado. "Estar aquí hace que se encoja el estómago", aseguró entonces. En los últimos años gestionaba junto a un socio un bar en el barrio romano de Testaccio. El bar se llama Zi Elena. La sensación de la muerte LUIS MARTÍNEZ En la oración fúnebre que le dedicó delante de su cuerpo aún tibio, Alberto Moravia confesó haber soñado con su amigo días antes. En la pesadilla, pues eso era, el poeta de los desheredados corría y detrás de él se abalanzaba "!algo que carecía de rostro". Cuando Abel Ferrara imaginó recientemente los últimos días de Pasolini, su intención no era tanto aventurar teorías sino, para decepción de morbosos, intuir la no tan lejana sensación de la muerte. Pino Pelosi, o alguien similar, aparece en la cinta. Pero lo hace como en el sueño transfigurado en la sombra de una profecía. Ferrara se limita a dejar que Willem Dafoe, como un reflejo perfecto, viva durante apenas un instante en la piel del poeta. La cinta recorre tan sólo unos días; los que desembocaron en su brutal asesinato. En la pantalla se escenifica el improbable encuentro de lo vivido y lo soñado. Los personajes de Pasolini se mezclan y se esconden detrás de su autor. Quizá son lo mismo. "Estamos de luto. Mi cuento no es un relato, es la parábola de la relación del autor con la obra por él creada", dice Pasolini. Y tal vez en esa frase se resume no tanto el ideario del director de Saló o los 120 días de Sodoma como la intención más cruda del propio Ferrara. Y así, poco a poco, la película se va vaciando de cualquier argumento hasta transformarse ella misma en su propia parábola. Y al fondo, la muerte; la muerte como la consecuencia más simple de todas las acciones del hombre. Pino Pelosi ha muerto y con la noticia vuelve de la no tan lejana sensación de la muerte. NOTA: El Rana tenía ese mote porque siempre estaba llorando.
4 VOTOS
Esteban-huchija1973Hace 3 meses1
Muy poético, irónico quizá, que fuera asesinado con tanta crudeza y en semejantes condiciones, similares a sus últimos trabajos.
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