La Biblia y la mención sobre Alejandro Magno 100 años antes de su nacimiento

Alejandro Magno (356-a.C.-323a.C.), el primer gran conquistador de la historia, vivió sólo 32 años, pero en ese corto tiempo desde su natal tierra en Macedonia (Grecia) erigió un vasto imperio que comprendía Persia, Asia Menor, Egipto y toda la región del Mar Mediterráneo, desde Grecia hasta el noroccidente de la India. Nunca fue derrotado en batalla y se le considera como uno de los más grandes y exitosos comandantes militares de todos los tiempos. Y aunque no dejó herederos vivos, su legado perduró con la instauración del helenismo y la cultura griega en todas las zonas conquistadas.

Si bien la Biblia no menciona específicamente a Alejandro Magno en sus páginas, más de 100 años antes de su nacimiento en la localidad macedonia de Pela los profetas hebreos Daniel y Zacarías profetizaron sobre el surgimiento del Imperio Macedonio a partir de Grecia, anunciando metafóricamente el advenimiento de un conquistador que moriría joven y vendría del oeste. Daniel, por cierto, escribió su profecía en el siglo VI a.C., cientos de años antes de que Alejandro viviera, mientras que Zacarías lo hizo entre los años 520 y 470 a.C. C.



En Daniel 2, el profeta Daniel interpreta el sueño del rey Nabucodonosor, anunciándole que habría cuatro imperios para gobernar el mundo conocido: los imperios Babilónico (el gobierno del mismo Nabucodonosor), el imperio Medo-Persa, el imperio Griego y luego el imperio Romano.

El imperio Medo-Persa reemplazó al imperio Babilónico en el año 539 a.C y Daniel tuvo una visión de la destrucción del imperio medo-persa y la llegada del imperio griego (Daniel 8:20-21 y 10:20-11:4). En el capítulo 8, Daniel ve a un carnero con dos cuernos (que representa a los medos y a los persas), mientras que los griegos están representados por el macho cabrío con un cuerno (un rey, Alejandro) que vino del oeste.



Daniel relata que el macho cabrío (Alejandro) mata al carnero de dos cuernos, pero su único cuerno se quiebra en su mejor momento, lo que alude obviamente al hecho de que Alejandro murió joven en la cumbre de su poder. El cuerno del macho cabrío, por cierto, es reemplazado por cuatro cuernos, por lo que Daniel profetiza que el reino del gran rey se dividiría en cuatro partes (Daniel 11:4), que es precisamente lo que sucedió con el reino de Alejandro.

Zacarías, en tanto, en el capítulo 9 y siguientes relata el camino que Alejandro y su ejército tomaría a través de Siria, profetizando que Alejandro no dañaría a Jerusalén. La historia, por cierto, cuenta que Alejandro recordó un sueño mientras marchaba hacia Jerusalén. Detuvo su ejército y fue con los sacerdotes al templo a presentar ofrendas, tratando en su campaña a los judíos con amabilidad.

Los exegetas de la Biblia comentan que aunque la Biblia no menciona con su nombre a Alejandro Magno, Dios proporcionó visiones del futuro a sus profetas que incluían la presencia e influencia del joven conquistador macedonio, enseñando la moraleja de que los reinos terrenales llegan al poder y son vencidos, pero siempre es Dios quien tiene el futuro en Sus manos y Su Palabra permanece.



Fuente: Guioteca.