¿Podría haber otra civilización avanzada bajo nuestros pies?

Las teorías relativas a la Tierra Hueca a menudo cuentan con un sol central, alienígenas y míticas ciudades y civilizaciones subterráneas que algunos individuos de mente abierta creen que pueden cerrar la brecha entre la ciencia y la pseudociencia si se descubren físicamente.

Esta noción de las regiones subterráneas parecía discutible en tiempos antiguos, y se unió a imágenes de lugares como el Infierno Cristiano, el Hades griego, el seco judío, o la creencia nórdica de Svartalfheim.

Sin embargo, con ambos lados de las áreas ártica y antártica derribando a un ritmo rápido en los tiempos actuales, la verdad detrás de este enigma y sus vínculos simbólicos con otros mitos de origen o creación en la historia del viaje de la humanidad en el planeta Tierra pronto pueden ser revelados.

Nuestro globo, de acuerdo con la idea de la Tierra Hueca, es completamente hueca o tiene un gran área interna. Se rumorea que hay razas que viven en ciudades subterráneas bajo la superficie de la Tierra.



Estos habitantes subterráneos son a menudo más sofisticados tecnológicamente que nosotros los humanos en la superficie. Algunos piensan que los OVNIS no son de otros planetas, sino que son fabricados por seres extraños desde el interior de nuestro planeta.

A lo largo de la historia, algunas personas han afirmado haber visto a estos seres enigmáticos de la Tierra, y algunos incluso han escrito extensos registros de sus encuentros o incluso libros sobre cómo fueron recibidos y aconsejados.

Una intrigante representación de tal encuentro proviene de John Cleves Symmes Jr, un oficial, comerciante y orador estadounidense que fue pionero en la noción de entradas a los polos en el mundo interior.

Symmes declaró que: La Tierra es hueca y habitada en su interior; contiene varias esferas concéntricas sólidas, una dentro de la otra, y está abierta en los polos 12 o 16 grados; prometí mi vida a favor de esta realidad, y estoy listo para explorar el hueco si el mundo me apoyara y me ayudara en el intento.



El planeta, según la hipótesis de la Tierra Hueca de Symmes, está formado por cinco esferas concéntricas, la más grande de las cuales es nuestra tierra exterior y su atmósfera. Calculó que la corteza terrestre es de unas 1000 millas de profundidad, con una apertura ártica de unas 4000 millas de ancho y una apertura antártica de unas 6000 millas de ancho.

Dijo que era capaz de acceder a este mundo subterráneo porque la curvatura del borde de las aberturas polares era lo suficientemente gradual como para que pudiera entrar en la Tierra interior sin estar al tanto de la ruta.

Afirmó que el globo sería aplanado en los polos debido a la fuerza centrífuga de la rotación de la Tierra, permitiendo suficiente entrada en la Tierra interior.

Symmes también declaró que la superficie interior de sus círculos concéntricos de la Tierra Hueca sería iluminada por la luz solar reflejada en la superficie exterior de la siguiente esfera y sería habitada, siendo un lugar cálido y próspero, abastecido de plantas y animales ahorrados si no por la humanidad.

Finalmente determinó que la Tierra, así como todo cuerpo orbicular celestial que existía en el cosmos, visible o invisible, y que participaba en cualquier grado de tipo planetario, desde el más pequeño hasta el más grande, estén todos establecidos, en diversos grados, en una recopilación de esferas. Symmes no era el profesor más eficaz.



Como orador público, se sentía incómodo. Sin embargo, se aferró. Comenzó a hacer seguidores, y sus ideas comenzaron a tomar forma en la mente de la gente. Symzonia, una novela que escribió en 1820, está ampliamente vinculada con él.

Cuenta la historia del Capitán Seaborn, que navegó hacia el Polo Sur en 1817 para verificar la hipótesis del capitán John Cleve Symmes de un universo interior.

Miedo a la actitud de su tripulación, no les avisa completamente de su objetivo, en lugar de reclutarlos para una expedición comercial en los Mares del Sur. El equipo descubre un continente interior llamado Symzonia after Symmes, donde el nuevo planeta parece ser un jardín del paraíso, incluyendo los siguientes elementos:

"En una tranquila colinas encajadas dentro de una tranquila orilla inclinada, cubierta de verdor, a cuadros con arboledas de árboles y arbustos, saltiadas de numerosos edificios blancos y animados con grupos de hombres y ganado, todos de pie en relieve cerca del pie de una montaña elevada, que levantó su majestuosa cabeza sobre las nubes en la distancia."



Los internos son considerados como una raza pacífica, con autoridad derivada del pueblo. Estaban gobernados por un hombre mejor y un concilio de cien personas que fueron elegidas por su humilde y excelente valor. La cualidad más básica de los internos era su modesta forma de vida, ya que despreciaban las ganancias financieras y los placeres sensutuosas.

Vivieron por igual, sin deseo de dinero o placeres sexuales, y produjeron justo lo que requería la sociedad. La sociedad se define como un esfuerzo por el beneficio común y la prosperidad de todos sus miembros.

Esta justicia se extendió también a su comida, ya que todos eran vegetarianos. Debido a la disparidad en las ideas e ideales de las dos especies, el "hombre mejor", ordena a Seaborn y a su tripulación que salgan de este paraíso dentro de la Tierra, como se describe:

Parecíamos ser de una raza que había caído completamente de la virtud o estaba muy bajo el dominio de nuestros deseos más oscuros de nuestra naturaleza.



Incluso si Symmes y sus pupilos fueron incapaces de proporcionar evidencia concluyentes para sus afirmaciones, debe haber más que un grano de verdad en ella porque innumerables individuos tienen vislbidos de este lugar interior y reciben instrucción espiritual de ella.

En nuestro estado actual de conocimiento, nos damos cuenta de que el planeta Tierra está plagado de misterios que aún no han sido resueltos. Se dice que la Tierra está a unas 8.000 millas en circunferencia, aunque las excavaciones más profundas jamás intentaron apenas alcanzar media milla por debajo de la superficie.

Como resultado, somos increíblemente inconscientes de la naturaleza y la estructura de las entrañas de esta inmensa masa que es la Tierra, y podemos quedarnos así a menos que esas entidades intraterrestres (asumiendo que existan, por supuesto) decidan dar el primer paso hacia nosotros.



Fuente: Mysteriesrunsolved.