Las cervezas cada vez saben peor por culpa del cambio climático

Siempre hay nostálgicos del pasado que andan constantemente afirmando que todo era mejor antes, los tomates, los trabajos, la juventud y hasta la cerveza. 

Resulta que llevaban razón, por lo menos en cuanto a la cerveza. Resulta que el calentamiento global está cambiando la calidad y el sabor de este dorado líquido, según han advertido los científicos.

Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications revela que la cantidad de lúpulo europeo disponible, que le da a la cerveza su característico sabor amargo, está disminuyendo. 

Se predice que los veranos más cálidos, largos y secos empeorarán la situación, lo que podría llevar a que la cerveza se vuelva más cara y que para abaratar costes, reduzcan aún más la cantidad de lúpulo. Alterando completamente el sabor.

El lúpulo, la flor de la planta de lúpulo, es el cuarto ingrediente crucial en el proceso de elaboración de la cerveza, junto con el agua, la levadura y la malta. 

Se agrega antes del proceso de hervido para añadir amargura, pero también se puede agregar después para cambiar el sabor general.

El auge de la industria de la cerveza artesanal, que aumenta la demanda de cervezas con sabores fuertes y distintivos, ha impulsado el uso de lúpulo de alta calidad. 

Sin embargo, este estudio, que analizó cómo cambió el rendimiento promedio de lúpulo de aroma entre 1971 y 1994 y entre 1995 y 2018, encontró que en algunas áreas clave de cultivo de lúpulo, hubo una caída de casi el 20% en la producción.

Los científicos, de la Academia de Ciencias de la República Checa (CAS) y la Universidad de Cambridge, atribuyen la reducción de la cosecha a condiciones más secas, probablemente debido al cambio climático, en los últimos años. 

Martin Mozny, coautor del estudio e investigador científico en la CAS, dijo: "La falta de adaptación pondrá en peligro la rentabilidad del cultivo de lúpulo en algunas áreas. La consecuencia será una menor producción y un precio más alto para los cerveceros".





El precio de la cerveza ya ha aumentado un 13% desde la pandemia en 2020, debido a un aumento en los costos de energía impulsado por la inflación, y la crisis del gas tras la invasión de Ucrania. 

Por si fuera poco, los científicos también encontraron que los ácidos amargos alfa del lúpulo, que influyen en el sabor de la cerveza, se han reducido debido a temperaturas más altas y extremas. 

El estudio. de hecho, predice que los ácidos amargos se reducirán hasta en un 31% para el año 2050.

A pesar de los esfuerzos globales, las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de actividades humanas han seguido aumentando las temperaturas. 

Se espera que en los próximos cinco a siete años, se cruce la barrera crucial de 1.5°C. Por lo que los autores advierten a los cultivadores y les instan a que adapten sus técnicas agrícolas.