La NASA ficha a un joven español de tan solo 22 años

La juventud es prometedora en España, por mucho que se diga por ahí. Un ejemplo del talento innato que se encuentra en nuestro país es el caso del ingeniero aeroespacial Juan García, que con tan sólo 22 años ha entrado a trabajar en la NASA.

Este ingeniero de Linares, Jaén, allí trabaja en la elaboración de un software crucial para simular misiones espaciales, una tarea asignada en el prestigioso Jet Propulsion Laboratory en Estados Unidos, donde trabajan unas 6.000 personas. 

Este centro especializado en robótica espacial de la California Institute of Technology (Caltech) y financiado por la NASA, es un referente en robótica espacial, es conocido por su papel en el diseño y la operación de naves robóticas y róveres que han marcado la exploración del sistema solar, tales como Curiosity y Perseverance.

"Suelo llegar al laboratorio a las 7 de la mañana y termino a las 16.30 o las 17h, con una pausa de media hora o una hora para la comida. Yo suelo comer tranquilo para poder conocer a la gente. Trabajamos nueve horas al día y libramos dos viernes al mes", cuenta durante una entrevista en EL MUNDO.

Lleva viviendo fuera de Jaén siete años que ha repartido entre Madrid, Delft (Holanda) y las estadounidenses Boulder (Colorado) y Atlanta. Asegura también sentirse cómodo en Los Ángeles por tener un clima parecido al del Mediterráneo. 

"Fui echando solicitudes para hacer prácticas. La mandé a la Agencia Espacial Europea (ESA) para ser becario, pero no me llamaron. La envié a un montón de sitios, y también a la NASA, pensando que era una locura que me cogieran", destaca en la entrevista.

Su fichaje en la agencia espacial de EEUU no ha llegado de la noche a la mañana. En 2022 fue becario en ese mismo centro de la NASA durante seis meses, aunque en remoto a causa de la pandemia: 

"Ahora me han hecho un contrato indefinido, aunque el concepto es distinto al de Europa porque no hay las mismas restricciones". También explicó que tuvo que hacer 11 entrevistas para conseguir el trabajo. 

El perfil académico y profesional de García es tan impresionante como su juventud. Comenzando sus estudios universitarios a los 16 años, se licenció en Ingeniería Aeroespacial por la Universidad Carlos III de Madrid. 

Se matriculó en ingeniería aeroespacial pensando que "idealmente quería trabajar en el espacio", pero no tenía un objetivo concreto ni conocía bien cómo es esta industria. 

Su excelencia académica le abrió puertas en el Instituto de Tecnología de Georgia en Estados Unidos, donde continuó su formación con una beca y destacó por su investigación sobre modelos gravitatorios y optimización de trayectorias.

"Lo principal es que hubo un programa de aceleración en mi instituto, el Cástulo de Linares. Teníamos un psicólogo que seleccionó a un grupo de alumnos para evaluar si era posible que se saltaran algún curso. Y así me salté tercero de la ESO", explica en la entrevista mencionada.

Además de su formación técnica, García ha demostrado liderazgo y compromiso con la comunidad científica. Como Embajador STEM, presidente del Comité Cultural de la Casa Internacional y miembro de Sigma Gamma Tau, ha ejemplificado la excelencia en ingeniería aeroespacial.





El reconocimiento no se ha limitado al ámbito académico y profesional, sino que ha alcanzado esferas políticas. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha hecho públicas sus felicitaciones a García, subrayando el orgullo regional por sus logros y el ejemplo que supone para el talento andaluz en la escena global.

El trabajo de García en la NASA se suma a los esfuerzos de innovación y exploración espacial, como el proyecto Dream Chaser, el primer avión comercial con alas plegables. 

La trayectoria de García también refleja el impacto global de la educación y la movilidad académica.