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Neuralink sigue en entredicho. Tras buscar voluntarios humanos para la implantación de chipsets en el cerebro que permitan curar enfermedades motrices y ayudar a mejorar la vida de los diagnosticados con parálisis en un ambicioso estudio, la empresa de Elon Musk vuelve a estar en entredicho. Doce monos, en ensayos experimentales con implantes cerebrales en primates, habrían fallecido en extrañas circunstancias. No es la primera vez que sabemos de este tipo de noticias, y aunque la compañía han negado dichas acusaciones en el pasado, un grupo ética médica ha solicitado que se lleve a cabo una investigación sobre la empresa del magnate. Musk y Neuralink se han defendido en el pasado de dichas acusaciones, afirmando que los monos murieron por enfermedades terminales en las pruebas realizadas por su compañía biotecnológica. Aún así, el Comité de Médicos para una Medicina Responsable, organización sin ánimo de lucro con sede en Washington, ha denunciado ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) que los simios que se usaron como objeto de estudio en este ambicioso proyecto fallecieron debido a las numerosas complicaciones surgida con los procedimientos del implante. Hay que recordar que EE.UU había dado luz verde a Neuralink para implantar los chips en seres humanos, un paso vital de cara a la futura comercialización y viabilidad del proyecto en el futuro, y que una nueva investigación podría retrasar meses, quizás años, lo que se esperaba lograr a corto plazo. La semana pasada Neuralink anunció, a bombo y plantillo, que ha comenzado la búsqueda de voluntarios para probar un chip cerebral en humanos, todo ello con el visto bueno de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), organismo competente. La empresa, fundada en 2017, ha sido criticada por falta de ética y cuidado en los animales usados como sujetos de estudio, y agencias como Reuters indicaron que se habían sacrificado a más de 1500 animales en los últimos años, incluidos más de 280 ovejas, cerdos y monos, siendo estos últimos los que más daño sufrieron en los estudios. Musk, el pasado 10 de septiembre, negó estas acusaciones y no las quiso reconocer, afirmando que dudaba que fuese el chip el causante de las mismas. "Somos extremadamente cuidadosos", ha explicado. El comité ético cree que el millonario no está siendo honestos, y que sus declaraciones han sido engañosas y falsas. "Los inversores merecen escuchar la verdad sobre la seguridad y comerciabilidad del producto de Neuralink", indicaban, en un claro alegato a los inversiones y socios de una compañía que ha recaudado más de 280 millones de dólares de inversores externos y que ha contado con la ayuda del personal del Centro Nacional de Investigación de Primates de California, también acusado de mala praxis en el cuidado de los primates.
"Somos extremadamente cuidadosos" Más vale que lo son (ironía).1 VOTO