La genialidad tras la banda sonora de Super Mario Bros.

Si estás en la franja etaria de los 30 y 40 años (o si eres un nerd más joven que disfruta experimentando la tecnología de la prehistoria), quizá lo ignores pero [b]aquellos gustos musicales que tanto disfrutaste de la década de 1980 tuvieron una importante limitación creativa muy típica de la época[/b], donde el responsable fue un chip. En 1985, cuando el japonés [b]Koji Kondo[/b] compuso la banda sonora para Super Mario Bros. uno de los principales requisitos era que la pieza pudiera reproducirse en el NES.



Sí, hablamos del legendario NES de Nintendo, esa consola para cartuchos con mando rectangular equipada con [b]un hardware que sólo permitía la reproducción de tres notas a la vez[/b]. Tres canales de audio. Contaba con un cuarto que solo permitía la reproducción de ruido blanco, un sonido aleatorio que no transmite sensación de altura y era socorrido como percusión.

[b]Si jamás has tocado un instrumento musical, resulta un poco difícil asimilar lo poco que son tres canales[/b]. Por ejemplo, en teoría un pianista es capaz de tocar diez notas al mismo tiempo (una por cada dedo), y un violinista principiante ya está tocando seis notas a la vez. Aquellos que tocan el acordeón pueden meter tres notas al mismo tiempo solamente usando los botones de la mano izquierda.

Sin embargo, [b]la genialidad de una pieza musical no depende del número de notas[/b]. Por ejemplo, [b]numerosas piezas de Bach solo tienen dos voces[/b]. Dos melodías sobrepuestas: una proveniente de la mano izquierda y otra de la derecha. Y si nos vamos al extremo, [b]cualquier pieza exclusivamente para flauta cuenta con una sola melodía[/b], por la simple y llana razón de que no se puede tocar más de una nota simultáneamente con dicho instrumento.

[size=27][b]Ondas cuadradas.[/b][/size]

Pese a esta limitante, la flauta es un instrumento musical como el piano. Ambos poseen expresión y sutileza. Cada nota que sale de un piano va cargada de armónicos que estimulan tu oído, generando un gráfico de onda muy complejo en el proceso. [b]A diferencia de las notas de un piano, los sonidos emanados de un NES son mucho más… simples[/b]. Los dos primeros canales, que generalmente estaban destinados a la melodía, sólo tenían capacidad para reproducir ondas cuadradas. Una onda cuadrada es precisamente lo que estás imaginando:



Tienen esa forma pues son generadas a partir de la corriente más simple posible: una sucesión muy rápida de activación y desactivación de energía. Una de las elecciones más obvias para el compositor era alargar los cuadros (aumentando el tiempo que se mantenía activada la energía en cada ciclo). Podía elegir entre cuadrados de 50%, 25% y 12.5% de longitud de onda.

Dichos porcentajes modificaban de forma sutil el timbre, haciéndolo más lleno o más hueco. A través del tercer canal, generalmente destinado a las notas más graves de la pista, empleaba ondas triangulares, menos ruidosa y que hacen las veces de bajo. Y en el canal de ruido blanco… pues se producía ruido sin longitud de onda definida.



Con todas esas limitantes, [b]Koji Kondo fue capaz de crear, bit por bit, una de las obras más reconocidas y pegajosas de la cultura pop[/b] empleando tecnología equivalente a la de un teclado de juguete. Así nacieron los “[b][i]chiptunes[/i]”[/b], que terminaron alimentando a géneros tan importantes como el pop sintetizado (Eurythmics, Depeche Mode, etc.) e inspirando a la música que marcó la década del 2000. Eminem y Snoop Dogg tienen canciones “8 bit”.

[url=https://super.abril.com.br/coluna/supernovas/porque-a-trilha-sonora-do-super-mario-bros-e-coisa-de-genio/]Fuente[/url]