Me da mal rollo (y pena) la gente obsesionada con la productividad y el éxito

Seguramente alguna vez os habéis encontrado ya sea en la realidad o sobre todo por internet a estos personajes, gente cuyo objetivo en la vida es ser productivo hasta morir o que le obsesiona tener éxito (laboral, en relaciones, etc.) y convierte estos habitos de vida "saludables" en su personalidad hasta el punto de que consumen su vida para gustarle a sus jefes o a su entorno pese a que se autoengañan repitiéndose que lo hacen por gusto y para sentirse bien con ellos mismos. La obsesión por la productividad yo la veo como un sintoma del sistema capitalista tardío donde se engaña al obrero (porque sí, aunque te creas el lobo de Wall Street por ir a trabajar en traje, sigues siendo obrero a menos que seas el jefe de la empresa) haciéndole creer que tener comportamientos antinaturales como levantarse a las 5 de la mañana para salir a correr o no dejar nada de tiempo para el ocio son en realidad comportamientos sanos y de "mejora de la productividad" que le benefician, cuando en realidad no dejan de ser un método más para alienarlo y hacerlo más maleable por este mismo sistema capitalista. Y así acabas teniendo a gente que orgullosa y sacando pecho te suelta barbaridades como "no yo es que no juego a videojuegos o veo series porque eso es perder el tiempo, prefiero leerme un libro de autoayuda o ver videos de productividad o de finanzas personales, que si no siento que no aprovecho el día" o "es que si no estoy haciendo algo productivo con mi vida me siento culpable". Efectivamente el capitalismo también ha encontrado su nicho de negocio con esta gente porque en los últimos años se han multiplicado las aplicaciones de mejora de productividad, que te lo presentan todo como muy chupi y como si fuera una competición para que te obsesiones más con el tema y pagues la suscripción, que no es nada barata por lo general. O si no usas la app gratis pero te tragas cientos de anuncios que te incentivan a consumir mierda que no necesitas, como dicen en el club de la lucha. Luego está también la otra gente que para ser más productivos empiezan a privarse de placerse de la vida, como por ejemplo ir a tomarse una cerveza con los colegas o salir a cenar algo con su pareja (si es que tienen) o su grupo de amigos. "No tío que no puedo salir ni tomar alcohol porque estoy en fase volumen y me tengo que poner rocoso, mejor ceno un batido de proteínas y pechuga de pollo". Casualmente toda esta subcultura de los obsesionados con la productividad suelen ser bastante liberales y derechones y a la vez están obsesionados con el gym o "templo", otra vez confirmando el otro tema que hice de que la cultura del gimnasio está correlacionada con la masculinidad tóxica y el conservadurismo. Y likewise esto lo hacen para gustarle a otras personas, ya que la pantomima de "voy al gimnasio porque me gusta, no para gustarle a nadie" no se la creen ni ellos. Gente, está muy bien tener hábitos de vida saludables y me parece genial que la gente haga deporte en vez de ver el chiringuito de jugones o que lean libros de autoayuda y de administrar mejor su dinero en vez de Harry Potter. Pero cuando estos habitos dominan tu vida y encima te crees que eso te hace bien, ahí es donde está el problema.

Lo peor es que hay muchísima más gente así de la que creemos. Encima hablar con ellos es como hablar con una pared porque no te van a hacer caso y a veces incluso te van a hacer sentir culpable, como si por disfrutar de un rato libre con lo que te gusta estuviese súper mal. Pero bueno, supongo que algún día se darán cuenta de que realmente no han estado haciendo cosas que verdaderamente le gustaban y que no han disfrutado.

Yo apenas tengo "contacto social" con otras personas porque mi forma de vida se sale de lo normal o establecido. No me gusta que me pregunten, y la gente es muy cotilla ... No me gusta la sociedad en general, no me siento identificado, pero no me puedo quejar, tengo responsabilidades aunque dispongo de tiempo. Eso es lo más importante, tiempo para vivir. Por desgracia, nadie esta exento de problemas o preocupaciones.

@Seluvis

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Te entiendo tanto…

Estoy en la plaza de mi pueblo mientras leo tu tema y un coche acaba de aparcar. Ha salido un calvo vestido con una camisa marrón. Bueno, vuelve a subir al coche. A lo mejor es rosa palo, mala visión. En fin. El punto: obsesionarse es el centro de la vida. Hay gente que lo hace con el trabajo, otra con la literatura, otra con no obsesionarse. En mi caso, con Benzema. Es rosa palo la camisa.

@DanielaBrocoli

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Iba a comentar algo parecido pero el comentario que has puesto vale oro.

Bueno, en el mundo capitalista en el que vivimos unos datos mas o menos son la diferencia entre que vaya bien tu empresa o que se vaya todo a tomar por culo. Pero coincido en que obsesionarse con ello no lleva a ningún sitio y a veces resulta incluso contraproducente. Aunque no se si es algo a poder aplicar a España, donde parece que reine la ley del mínimo esfuerzo. En los sitios en los que he trabajado y gente a la que he conocido la mayoría han sido gente implicada solo en su faena y dispuesta a hacer lo mínimo, mas si no ganan nada con ello. He conocido a poca gente implicada en ese "mejorar cada día" o que sea algo mas proactiva en el trabajo. Creo ser una persona así y no lo hago tanto por la productividad sino porque me gusta sentir que el trabajo fluye, que el buen rollo llega y que el espacio laboral cada vez va mejor. Es mas un sentimiento de utilidad también al ayudar al compañero, pero siempre con ese punto de freno para que no se aprovechen de ti, ya que suele haber mucho pícaro, y uno puede ser buen compañero pero no imbécil. Nunca he llegado a ese punto de responsabilidad como puede ser llevar una empresa o un espacio de producción donde tu mismo trabajo necesita de parte de esa "implicación en la productividad" y puedo entender que alguien como yo llegue al punto obsesivo. Es en esos momentos donde creo que si se busca la productividad habría que apostar antes por mejorar mas el espacio de trabajo antes que meter caña al trabajador, creo que es lo único que funciona en España. Sin incentivos o un buen espacio de trabajo la productividad aquí sencillamente no mejora o mejora lo mínimo.