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La interacción virtual tiene un coste cognitivo para la generación de ideas creativas ¿[b]Nos reunimos en la oficina o hacemos una videollamada[/b]?» Esta pregunta seguirá estando presente en muchos lugares de trabajo, [b]a pesar de que la pandemia haya remitido[/b]. Las encuestas indican que numerosos empleados prefieren teletrabajar desde casa. Pero existe una desventaja: la creatividad se resiente cuando se habla a través de la pantalla. Melanie Brucks, de la Universidad de Columbia, y Jonathan Levav, de la Universidad Stanford, publican los resultados de su estudio en [url=https://www.nature.com/articles/s41586-022-04643-y]Nature.[/url] En primer lugar, [b]los investigadores solicitaron a unas 300 parejas de participantes que pensaran en cómo utilizar un disco volador o un plástico de burbujas de la forma más inusual posible.[/b] Mientras una mitad de los interlocutores se sentaba frente a frente, la otra se comunicaba por videoconferencia. A continuación, se evaluaba cuán novedosas resultaban las ideas de los voluntarios. [u]Los encuentros digitales generaron un menor número de ideas y menos creativas que las que se habían producido durante una reunión presencial.[/u] Sin embargo, a la hora de seleccionar la mejor idea, las reuniones por vídeollamada y las presenciales estaban a la par. Con el fin de averiguar qué favorecía que las personas sentadas frente a frente se mostraran más creativas, los investigadores equiparon las salas del laboratorio con diversos objetos más o menos inusuales. Cuando los participantes se sentaban juntos, dejaban que sus ojos vagaran por la habitación con mayor frecuencia y eran capaces de recordar más detalles del entorno después del experimento. [b]Cuanto más a menudo miraban a su alrededor y más objetos recordaban, más ideas creativas desarrollaban[/b], informan los autores. En cambio, [u]en una videoconferencia, la mirada permanece un mayor tiempo fija en la pantalla.[/u] Según Brucks y Levav, ello confirma la hipótesis de que la comunicación virtual estrecha el campo de visión, lo que también reduce las posibilidades de pensar «fuera de la caja». Mediante entrevistas, los científicos constataron que las parejas virtuales se sentían conectadas y mantenían una relación de confianza semenjante a las personas que trabajaban de manera presencial, por lo que ello no podía explicar la diferencia. Las investigaciones sobre el lenguaje (corporal) y las expresiones faciales tampoco demostraron que las videoconferencias por sí mismas hubieran cambiado de forma decisiva la comunicación de los participantes. Brucks y Levav confirmaron sus hallazgos con un estudio de campo. Reprodujeron un experimento similar con 1500 empleados de una empresa internacional de telecomunicaciones en cinco países de Europa, Asia y Oriente Medio. Obtuvieron el mismo resultado. [b]En conclusión: el trabajo que implica el desarrollo de ideas creativas resulta más productivo si se lleva a cabo en un entorno presencial.[/b]3 VOTOS
1 VOTOMuy buen estudio. Y no me sorprenden demasiado los resultados, no sé porqué. Gracias por el tema! Está superbien!@MordredMostrar citaLa interacción virtual tiene un coste cognitivo para la generación de ideas creativas ¿[b]Nos reunimos en la oficina o hacemos una videollamada[/b]?» Esta pregunta seguirá estando presente en muchos lugares de trabajo, [b]a pesar de que la pandemia haya remitido[/b]. Las encuestas indican que numerosos empleados prefieren teletrabajar desde casa. Pero existe una desventaja: la creatividad se resiente cuando se habla a través de la pantalla. Melanie Brucks, de la Universidad de Columbia, y Jonathan Levav, de la Universidad Stanford, publican los resultados de su estudio en [url=https://www.nature.com/articles/s41586-022-04643-y]Nature.[/url] En primer lugar, [b]los investigadores solicitaron a unas 300 parejas de participantes que pensaran en cómo utilizar un disco volador o un plástico de burbujas de la forma más inusual posible.[/b] Mientras una mitad de los interlocutores se sentaba frente a frente, la otra se comunicaba por videoconferencia. A continuación, se evaluaba cuán novedosas resultaban las ideas de los voluntarios. [u]Los encuentros digitales generaron un menor número de ideas y menos creativas que las que se habían producido durante una reunión presencial.[/u] Sin embargo, a la hora de seleccionar la mejor idea, las reuniones por vídeollamada y las presenciales estaban a la par. Con el fin de averiguar qué favorecía que las personas sentadas frente a frente se mostraran más creativas, los investigadores equiparon las salas del laboratorio con diversos objetos más o menos inusuales. Cuando los participantes se sentaban juntos, dejaban que sus ojos vagaran por la habitación con mayor frecuencia y eran capaces de recordar más detalles del entorno después del experimento. [b]Cuanto más a menudo miraban a su alrededor y más objetos recordaban, más ideas creativas desarrollaban[/b], informan los autores. En cambio, [u]en una videoconferencia, la mirada permanece un mayor tiempo fija en la pantalla.[/u] Según Brucks y Levav, ello confirma la hipótesis de que la comunicación virtual estrecha el campo de visión, lo que también reduce las posibilidades de pensar «fuera de la caja». Mediante entrevistas, los científicos constataron que las parejas virtuales se sentían conectadas y mantenían una relación de confianza semenjante a las personas que trabajaban de manera presencial, por lo que ello no podía explicar la diferencia. Las investigaciones sobre el lenguaje (corporal) y las expresiones faciales tampoco demostraron que las videoconferencias por sí mismas hubieran cambiado de forma decisiva la comunicación de los participantes. Brucks y Levav confirmaron sus hallazgos con un estudio de campo. Reprodujeron un experimento similar con 1500 empleados de una empresa internacional de telecomunicaciones en cinco países de Europa, Asia y Oriente Medio. Obtuvieron el mismo resultado. [b]En conclusión: el trabajo que implica el desarrollo de ideas creativas resulta más productivo si se lleva a cabo en un entorno presencial.[/b]