[Análisis][Switch] Slay the Spire

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¿Qué tal gentucilla?

Empezamos, ahora sí, con los análisis de juegos terminados exclusivamente durante el presente año 2022. Uno en el que aún no he podido meterle demasiada caña a este mi querido hobby, pero durante el cual al menos sí he podido sacar el ratillo suficiente para finiquitar un título con el que quizá llevaba ya demasiado tiempo en curso. Y es que no es nada sencillo este...

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Adentrarse en el mundillo de los juegos de cartas nunca es sencillo, pues por lo general suelen tener mecánicas bastante complejas, requieren de mucho "estudio" para dominarlos como es debido y, además, casi siempre suelen ir orientados hacia el competitivo, el cual suele estar lleno de jugadores sumamente curtidos y ya expertos que no tienen ni la más mínima piedad con los neófitos. Por suerte, desde hace ya unos añitos viene adquiriendo cada vez mayor protagonismo la vía de los títulos [i]single player[/i] dentro del género. Disponiendo de cosillas tan interesantes como el más reciente [i]Inscryption[/i], el un poco más antiguo [i]Hand of Fate[/i] o el genial [i]Slay the Spire[/i] en el que aquí vamos a profundizar. Juego este último que, curiosamente, [b]no dispone de ningún tipo de modalidad online, más allá de los típicos rankings de puntos[/b]. Lo cual no quita para que igualmente posea suficiente contenido como para estar jugando un par de vidas seguidas sin apenas despeinarse.

Empezando por las modalidades "adicionales", lo primero que nos encontraremos es con [b]el modo "ascenso diario". El cual viene a ser un calco de la campaña, pero aplicando una serie de características y variables que alteran la experiencia de forma notable[/b]. Lo interesante aquí es que estas condiciones irán variando cada día, alterando así el cauce de la partida de forma constante para que nunca lleguemos a aburrirnos repitiendo el mismo formato. Por otra parte, gracias a que la buena gente de [i]Mega Crit Games[/i] decidió devolvernos a los buenos tiempos en que los muchos secretos y desbloqueables eran el pan nuestro de cada día, tenemos [b]un segundo modo que, básicamente, vendría a ser la evolución del anterior. Es decir, de nuevo se nos presenta como un calco de la campaña principal, pero aplicando distintas variables... seleccionadas por el mismo jugador![/b] Un detalle este último en absoluto baladí, pues la cantidad de modificadores a nuestra disposición, algunos realmente increíbles y sumamente locos, es prácticamente infinita. Aumentar el poder de ataque de los enemigos, asignar un único punto de vida a nuestro personaje, aumentar o disminuir la probabilidad de encontrar reliquias y/o cartas raras, etc, etc, etc. Ya solo con este modo podréis alargar la vida útil del juego [i]ad eternum[/i].

Aparte, [b]existe la posibilidad de acceder a todo tipo de información interesante[/b]. Tanto en lo que se refiere a unas más que detalladas estadísticas que se irán completando a medida que acumulemos horas de juego, las cuales luego podremos comparar con el resto de jugadores. Como en lo relativo a todo lo que tiene que ver con el propio contenido del juego. Es decir, las cartas, reliquias y maldiciones que hayamos descubierto. Todas con una variedad más que increíble. Pero bueno, todo esto no deja de ser más que un simple complemento de lo que de verdad importa, [b]su brillante y exquisita modalidad principal, la campaña en solitario[/b]. Una que lo primero que nos planteará será elegir qué personaje encarnar. Aunque de inicio tan solo se nos permitirá escoger al "Blindado", que vendría a ser la representación del guerrero de toda la vida. Con un set de cartas muy centrado en el poder de ataque y la más férrea defensa. Ahora bien, a medida que vayamos superando diferentes retos y logrando variados logros, no solo podremos ir desbloqueando nuevas cartas del mazo del blindado, sino que también podremos desbloquear nuevos personajes.

[b]Cada héroe dispone de un estilo de combate y un set de cartas total y ABSOLUTAMENTE diferentes. Y recalco lo de que son bien diferentes, puesto que la forma de jugar con uno difiere por completo del resto[/b]. Puede que de inicio abrume un poco, pues el cambio a un nuevo personaje justo cuando al fin ya hemos dominado el anterior puede hacerse un poco cuesta arriba. Sin embargo, una vez vayamos soltándonos y aprendamos todos los pequeños secretos y particularidades que esconde, acabaremos viéndolo como un tremendísimo acierto. Y es que pese a "compartir" una misma campaña, o un mismo objetivo si así preferís decirlo, la experiencia de jugar con uno u otro no tendrá nada que ver y casi podríamos sentir que estamos jugando a otra cosa. De hecho, pese a que [b]cada personaje permite una gran libertad a la hora de desarrollarlo, pudiendo elaborar mazos bastante únicos e incluso seguir estrategias completamente distintas según las elecciones que vayamos tomando[/b], la verdad es que ninguna de sus muchas posibles "alternativas" se asemejará a la del resto. Tanto es así que pese a haber ciertas ocasiones en las que podremos usar las cartas de un mazo propio de otro personaje, algunas quizá resulten completamente inútiles al no disponer de ciertos elementos característicos del héroe en cuestión.


[center][size=11][color=#CD5C5C]Elegir personaje no es, en absoluto, una decisión baladí. La forma de jugar cambia de forma RADICAL con cada uno.[/color][/size][/center]

Sea como sea, lo cierto es que [b]el planteamiento de la campaña no cambiará nunca, elijamos a quien elijamos. Siendo siempre lo primero hablar con una especie de ballena gigante que nos dará a elegir entre una serie de opciones de carácter aleatorio con las cuales obtener una pequeña ventaja inicial[/b]. Tales como hacer que en los próximos tres combates los enemigos tan solo tengan un punto de vida. Poder elegir una reliquia aleatoria, que son una especie de artefactos que ofrecerán efectos, mejoras y/o variaciones de lo más interesante al personaje, cambiando su forma de combatir e incluso afrontar ciertas situaciones no bélicas de forma distinta. Sustituir la reliquia inicial con la que empieza cada héroe por otra que nunca sabremos si mejorará o empeorará lo que ya teníamos. Seleccionar una carta rara o incolora, también de forma aleatoria, siendo estas últimas las pertenecientes a un mazo de "uso común" entre todos los héroes. Aumentar nuestros puntos de vida máximos. Etc. Mucho ojo con escoger a la ligera, pues comenzar con buen pie será imprescindible para completar nuestro objetivo. ¿Y cuál es ese objetivo? Pues el de recorrer una serie de pisos hasta alcanzar la cima de una torre y así acabar con el jefe final.

Para ello, de inicio, [b]tendremos que elegir uno de los muchos puntos de partida que se nos proponen, cada uno con una serie de cruces de camino y eventos completamente distintos[/b]. Combates contra enemigos corrientes, los cuales nos darán siempre la opción de conseguir oro para gastar en tiendas y, por supuesto, nuevas cartas para nuestro mazo. Una de un total de tres posibles, para ser más exactos. Y mucho ojo con elegir bien si escoger o no alguna y, en caso de hacerlo, que sea una que se adapte a nuestro estilo de combate y/o la estrategia que estuviésemos intentando plantear, puesto que una mala elección, pese a no ser una carta mal per se, podría volverse en nuestra contra más adelante. Enfrentamientos con "pequeños" mini jefes, aquí llamados élites, que bien podrían acabar con nuestra partida en un abrir y cerrar de ojos, pero que también proporcionan jugosas recompensas en forma de poderosas reliquias. Las ya mencionadas tiendas, que nos permitirán comprar nuevas cartas, pociones y reliquias, aparte de anular maldiciones. Lugares de descanso en los que recuperar vida o mejorar nuestras cartas. Y, como guinda del pastel, una ingente cantidad de eventos aleatorios que podrían variar nuestro devenir de forma notable.

[b]Los eventos aleatorios son, al menos para mí, una de las mejores características del juego. Y es que su variedad es francamente encomiable[/b]. En ocasiones puede que tan sólo nos encontremos con un cofre del tesoro que nos ofrezca una siempre atractiva reliquia y quizá alguna poción. Pero otras veces puede que nos topemos con un mercader clandestino con objetos totalmente únicos e incluso con efectos desconocidos. Un cuerpo inerte tirado en el suelo que podremos saquear para sumar jugosos añadidos a nuestra colección, pero con la incertidumbre de que aparezca quien lo mató para así intentar hacer lo mismo con nosotros. Una emboscada que nos lleve a una especie de coliseo en el que se nos obligará a luchar por nuestra vida en diferentes retos de dificultad ascendente. Enigmáticos personajillos que nos ofrecerán trueques o nos "invitarán" a participar en misteriosos minijuegos. Extraños libros antiguos con utilidades completamente desconocidas, que habrá que decidir si descubrirlas... o no. Poderosos seres y malrolleras sectas que nos propondrán todo tipo de situaciones extrañas y elecciones de lo más variopinto. Accidentes ocasionales que quizá nos obliguen a perder alguna carta, reliquia o poción que llevemos encima. Etc, etc, etc.


[center][size=11][color=#CD5C5C]Los eventos aleatorios son la verdadera salsa del juego. Tanto por su variedad como por su siempre impredecible forma de afectar a la partida.[/color][/size][/center]

En serio, es una maldita, y deliciosa, locura todo lo que tiene que ver con estos eventos. Aunque no tanto como [b]la que es, sin duda, la verdadera estrella de la función: los combates[/b]. Da igual que el enfrentamiento sea contra un mindundi cualquiera que te encuentres por el camino, con un élite que pretenda poner a prueba nuestra valía o uno de los grandes jefazos que supondrán los mayores puntos de inflexión de la trama. Aquí todo el mundo puede acabar con tu vida de forma cruel e inmisericorde a poco que te descuides. Es por ello que habrá que controlar siempre tanto nuestro marcador de vitalidad como el índice de armadura, que nos permitirá repeler los ataques enemigos. Los puntos de energía, con los que se dictaminará cuántas cartas podremos usar en un mismo turno. Gastando más o menos energía según la rareza y/o potencia de las mismas, y teniendo en cuenta que incluso dentro de un mismo combate y turno podremos alterar dicho tope. Los muchos efectos ventajosos y/o perjudiciales que podrá sufrir tanto el jugador como el contrincante, habiendo casos tan locos como el del estado "intangible", que convertirá el daño de todo ataque a 1 aunque se tratase de la mayor fuerza de la naturaleza habida o por haber. Las características intrínsecas de nuestros adversarios, que pueden aportar variables del todo inesperadas en plena acción. La importante baza de la pila de descarte y la de las cartas agotadas, con las que habrá que ir "jugando" para vernos en la mejor situación posible. Las locas, LOQUÍSIMAS, posibilidades que ofrece la extensa baraja de cartas que ofrece el juego. La misma suerte, pues no todo es estrategia y cuando las cosas se ponen de malas... no mucho se puede hacer. Y, por supuesto, los elementos "complementarios", como las ya mencionadas pociones y reliquias, pero también las maldiciones.

Precisamente, estas últimas, [b]las maldiciones, son otro de los grandes aciertos del título, pues por lo general ofrecen una mecánica de riesgo-recompensa sumamente interesante[/b]. Habrá veces que tan solo se nos aplicarán como castigo, debido a algún tipo de evento malicioso o un enemigo [i]tocapelotas[/i] que quiera jodernos la vida en medio de una refriega. Sin embargo, la mayoría de veces se nos propondrá aceptar una de estas maldiciones a cambio de algo. Dinero que luego podamos usar para comprar más y mejores cartas, pociones y reliquias. Como método de "pago" para poder seguir jugando tras un evento adverso o como sustituto para no perder algo valioso en según qué casos. E incluso como parte de reliquias malditas, que nos aplicarán extraños efectos a cambio de ofrecernos jugosas recompensas. ¿Pero qué son estas maldiciones? Pues ni más ni menos que cartas injugables que se añadirán a nuestro mazo, ocupando una posición que quizá requiriésemos en un futuro o, en los peores casos, aplicando todo tipo de efectos molestos. Perder vida al final del turno, volvernos débiles (reduciendo nuestro poder de ataque), confusos (haciendo que el gasto de energía se vuelva, literalmente, loco), etc.

Y bueno, así podríamos seguir ad eternum enumerando las muchas, MUCHÍSIMAS características interesantes que nos propone el juego, como el tema de los estados etéreos de ciertas cartas, los niveles de "ascensión" o el fantástico "post-game" que ofrece al término de la campaña en sí, por poner algún otro ejemplo. Sin embargo, creo que ya es suficiente como para que os hagáis una idea. Es por ello que, como punto final, querría hablar tan solo un poco por encima de su faceta audiovisual. Una que me ha sorprendido y para bien, pues pese a no ser excesivamente "vistosa" ni destacar mucho de primeras, lo cierto es que sabe tocar las teclas exactas para así sentirse siempre atrayente y sumamente inmersiva una vez entramos en su juego. Artísticamente no creo que se le pueda reprochar absolutamente nada. Ni en el diseño de los personajes ni en el de los enemigos, escenarios de combate, viñetas a modo de cómic de los eventos aleatorios, efectos de las cartas en combate, etc. Todo roza un nivel poco menos que excelente. ¿Y la banda sonora? Ay amigos, no podría estar más agradecido a la buena gente de [i]Mega Crit Games[/i], puesto que [b]un juego que requiere tantísimo tiempo y dedicación por parte del jugador podría volverse monótono si no se acertase con el acompañamiento musical. Por suerte, aquí no solo es que acierten, sino que literalmente se salen![/b] [url=https://www.youtube.com/watch?v=JJozg3Xn6tA&feature=youtu.be]Slay the Spire[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=s0OjpnWv46w&feature=youtu.be]The Unknown[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=WtFIYKCO3Eo&feature=youtu.be]Escape Plan[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=CmDGP5_xgm8&feature=youtu.be]The Guardian Emerges[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=b4hqq5u5Y94&feature=youtu.be]Exordium[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=Xt3oMIfqqxk&feature=youtu.be]The City[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=z8QuY_KcYpM&feature=youtu.be]Meet the Merchant[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=UL1t5KMCrng&feature=youtu.be]Battle Trance[/url], [url=https://www.youtube.com/watch?v=FMQIEYT6fbg&feature=youtu.be]The Awakened One[/url]... Todos los malditos temas son maravillosos!


[center][size=11][color=#CD5C5C]El combate plantea un complejo equilibrio jugable. Suerte y estrategia se dan la mano en el que acaba siendo uno de los mayores placeres que os podáis llegar a imaginar.[/color][/size][/center]
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¿Alguna vez habéis querido adentraros en el mundillo de los juegos de cartas pero os abruma la idea de enfrentaros a los siempre experimentados y sumamente curtidos jugadores que suelen poblar la mayoría de títulos del género? Pues aquí tenéis la puerta de entrada perfecta para que os curtáis jugando en solitario. [i]Slay the Spire[/i] es tan accesible como complicado de dominar, tiene contenido a rabiar, plantea una cantidad de opciones casi impensable con los parámetros que maneja y encima se ve y se escucha de auténtico lujo.

Me da igual si os llamaba o no la atención, si lo conocíais u os era completamente ajeno, si os gusta o no el género al que pertenece... ¿Recordáis los famosos libros y/o artículos de "1001 videojuegos que debes jugar una vez en la vida" y derivados? Pues este es uno que siempre debería estar en una hipotética lista de este estilo.
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Análisis, Opinion, Slay the Spire, Mega Crit Games y Switch