Secret Santa Weeb Edition 2021 - Clausura

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[/center] Corre el sábado, 22 de enero. Hace frio, y mucho. Tanto que si clavaras una pica en el suelo, partirías la Tierra en mil pedazos. O quizás no. Quizás la introducción habría tenido más sentido en otra fecha o, según quién esté leyendo esto, otro hemisferio. Son cosas que pasan. Quien más quien menos ya está de vuelta en el trabajo, las clases, o la que quiera que sea su rutina. Ha pasado más de un mes desde que comenzó el evento, y es hora de anunciar los resultados finales. Puede que hayáis descubierto una nueva serie favorita, o que os hayan condenado a pasar un mal rato (aunque la selección de este año no da esa impresión). Puede que sepáis quién os ha regalado el anime o puede que no. Es el momento de poner fin a toda duda y dar paso a reseñas, confesiones, adivinaciones y todas esas cosas. Como moderador, me gusta enseñar con el ejemplo. Me tocó Planetes, de [INFORMACIÓN CLASIFICADA hasta que haya un par de respuestas]... y solo he visto siete capítulos. Lo siento. He pensado en hacer una review de FInal Fantasy VII remake o Disco Elysium--que han monopolizado mi tiempo estas navidades--en este mismo mensaje, pero no me ha parecido que el chiste proceda. Así que: Planetes. [spoiler="Planetes."]De momento está... bastante bien. Los dibujos son excelentes, la animación también suele serlo, y se nota una cantidad de mimo muy importante en cada uno de sus rincones. Lo escrito también está cuidado... pero no es para mi, al menos por ahora. No puedo hablar del guion original del manga, pero esta versión viene del tintero del mismísimo [url=https://anilist.co/staff/98067/Ichirou-Ookouchi]Satanás[/url], y cada intento de melodrama y grandilocuencia a por el que se lanza se tropieza con sus personajes. En sus mejores momentos, explora temas interesantes de forma calmada, con personajes que quiero conocer, pero suele tropezarse cuando toca cambiar de chip a comedia muy poco graciosa ("mira, el gordo está gordo") o a resolver conflictos ideológicos. La mayoría de mis problemas vienen de Ai Tanabe (la coprotagonista original del anime), que peca de un idealismo que es tan ruidoso como poco específico y suele ser el avatar de la verdad (al menos moral) inamovible de la serie. No me gusta nada cómo afecta al resto de la narrativa. Los demás personajes me gustan más cuando no están interactuando con ella, así que estoy deseando avanzar y ver por qué derroteros tira la serie. Voy a acabarla y seguramente me lo pase bien. Si no tardo mucho, actualizaré el mensaje con mi opinión.[/spoiler]

Present day y Present time

Llevo tanto tiempo sin pisar este lugar que ni sabía que a los botones le han aumentado el valor de border-radius. Al caso, me tocó Wonder Egg Priority, Priomaravihuevo para los que tienen cultura. Ha sido una cosa, ciertamente ha sido una unidad de cosa. Lo cierto es que lo primero que llama la atención es el bonito aspecto [tachado]vaya final[/tachado] visual que se gasta y esos diseños tan [tachado]tremendo[/tachado] curiosos y únicos. La premisa me resulta [tachado]mierdifinal[/tachado] curiosa y bastante bien llevada en [tachado]en el final no[/tachado] general. De primeras me asusté con el final de la serie [tachado]que es una basura[/tachado] porque pensaba que iba a acabar en una nota tan baja, pero bueno, por suerte el especial[tachado]mente horrible[/tachado] era en realidad el verdadero episodio final [t]Y APORTA TANTO O MENOS COMO EL ANTERIOR, EN SERIO QUE FUE ESO, QUE PASA, QUE COSA MÁS INSULSA, IRRELEVANTE, INÚTIL, INSÍPIDA, INCREÍBLE[/t] QUE COJONES Y más o menos, no ha sido un mal viaje pero me vuelvo a mi cueva de no ver anime.

A mi me tocó Vivy. La serie es increíble pero estaba fallando mucho en intentar encontrar un sentido a todo lo que estaba viendo, como que no conectaba con nada más allá de lo impresionante que es la producción. Los settings de cada arco eran la leche y tenían un mensaje claro pero no percibía nada más que ideas dispersas restringidas a 48 minutos que tenían que tocar los temas mientras te daban acción loca y no les daba tiempo a todo. El arco de la isla ya me gustó más y la idea detrás de la historia de ese sitio me encanta pero seguía faltando algo. Los capítulos finales dividen bastante a la gente pero yo los necesitaba, necesitaba verle un propósito a todo [spoiler]después de la parte de los satélites la cosa se volvió excesivamente loca pero mentiría si dijese que la trama me hacía suficiente en la serie como para que me molestase.[/spoiler] . Resumiendo que bien, no tolero mucho la estética general (no la critico) y creo que me hubiese gustado más otro formato pero en esta serie no hubiese funcionado. El 9 es acojonante.

A mí me tocó Fune wo Amu. Voy a dar impresiones rápidas y dispersas porque ahora mismo no me apetece elaborar un texto decente. Primero, voy a deducir que me lo mandó @Kriogenia. Que confirme o desmienta, porfa. En fin, la serie me ha encantado. Como tal la premisa de hacer un diccionario es el tipo de cosa por la que me enganché a ver anime allá por 2013, una capacidad para sacar adelante temáticas que cuando se lo cuentas a la gente te miran raro. Nunca me había parado a pensar la cantidad de trabajo absurdo que conlleva, pero coño, pensad que si un diccionario tiene unas 200.000 palabras, si encuentras definiciones para 30 palabras al día (15 minutos por palabra en una jornada laboral normal), siguen siendo casi 20 años si trabajas solo. Por no mencionar la cantidad de problemas que te va a dar la maquetación y pelearte con la gente que tienes por encima para que te deje sacar adelante un proyecto tan complicado de vender a ciertos mandamases (es un puto diccionario, por Dios, hay miles). Igualmente, creo que lo que más me ha tocado de la serie es cómo maneja el tema de gestionar emocionalmente la práctica de una disciplina que no tiene más objetivos que los que tú te pongas. Hay una escena en la que Kaguya habla de cómo cada vez que termina un plato no se siente satisfecha sino que lo único que obtiene es pensamientos de cómo debería mejorar, un vacío por cuál debería ser su próximo paso y una inseguridad por enfrentarse a un ciclo eterno. Lo mismo aplica a la creación de diccionarios, meros notarios de un lenguaje que va evolucionando, condenados desde su concepción a ser imperfectos. Y, por supuesto, también al dibujo, la disciplina que practico, fuente de mis mayores alegrías pero también la responsable de mis peores momentos. Narrativamente hace cosas bastante interesantes, soy partidario del timeskip y del cambio de protagonista temporal que se marcan. Algunas escenas, especialmente en los primeros episodios, son una auténtica maravilla visual, dedicando todos sus recursos a un acting calmado que adoro. Me sorprende no haber oído hablar de la calidad visual del primer capítulo, en serio. También me encantan los diseños de personaje, especialmente el del protagonista. Quien, por cierto, me parece uno de los personajes mejor caracterizados a través de gestos que he visto en un tiempo. Verdaderamente creo que es representación de autismo top notch, sin explicitarlo en ningún momento, mucho menos pitearle, pero dejando que en su intimidad se entrega a cosas arbitrarias que le ayudan a sobrellevar la ansiedad como acariciar y reordenar libros, mirar a la gente en las escaleras del metro o simplemente meterse en el futón de una manera rara a la que está acostumbrado. Su dinámica con Nishioka está brutal. Recuerdo que en 2016 la gente la recomendaba en tandem con Rakugo, y ciertamente me gusta menos que esta. Principalmente por el tono: pese a su elegancia, Rakugo mantiene una atmósfera de cierta informalidad, que no tiene reparos en presentarte las cosas de maneras muy jodidas o, por el contrario, sorprendentemente cachondas. Fune wo Amu, desde su banda sonora orquestal a lo John Williams, tiene un tono mucho más solemne y emocionante. Mucho ojo: la serie es tan buena que puede tirarse el pisto sin problemas. Simplemente, vibeo más con Rakugo. De cualquier forma, Fune wo Amu no merece vivir a la sombra de nadie por haber salido en unas fechas similares. Es una serie única y estupenda que a estas alturas ya es una joya oculta, enterrada tras solo 5 años. Muy recomendable.

En mi caso he visto, otro año más, un anime que no hubiese checkeado por mi mismo en la vida; por lo que doy gracias. Samurai Flamenco me ha encantado, es divertidísimo y su rollo desde los primeros capítulo me atrapó. Es cierto que, cuanto más ridícula va siendo la trama, menos me gustaba el rollo en sí; pero sigue alcanzando cotas altas de cara a lo presentado y esa crítica al modelo de héroe japonés con sus poderes y robots me sigue ganando, a parte de que sus últimos capítulos me encantaron, en especial el último en las partes previas al nacked flamenco. A quien me lo mandó ver, le doy las gracias; si no, posiblemente nunca lo hubiese disfrutado.